La recolección de basura en Pachuca empieza a enfrentar problemas importantes derivados de la falta de infraestructura adecuada, de unidades recolectoras insuficientes y probablemente falta de planeación. Y es que, aunque el alcalde Jorge Reyes ha hecho un esfuerzo por lograr un óptimo trabajo de recolección, no es suficiente con quererlo hacer, ya que se trata de un trabajo integral junto con la ciudadanía.
De entrada, la idea de multar a la gente por dejar sus bolsas de basura en las esquinas no resultó bien recibida por la ciudadanía, porque pareciera que se trata de una acción recaudatoria e intimidante. Además, el Ayuntamiento de Pachuca se ve obligado a cumplir cabalmente con los horarios y rutas de recolección, si no, de nada sirve imponer una sanción si las autoridades municipales no cumplen con la parte que le corresponde.
Pareciera que, históricamente, el gran problema de recolección es la falta de infraestructura que pueda solventar la buena atención a este servicio indispensable, y es que en todas las administraciones se ha batallado con la forma y fondo de la recolección por muchas razones. Una de ellas es que cuando los alcaldes han querido invertir en mejorar las unidades recolectoras, resulta que algunos trabajadores del Ayuntamiento que se dedican a estas tareas, ven la forma de vulnerar los vehículos y evidentemente no se logra el objetivo de cumplir con la tarea.
Ya también se ha concesionado el servicio a diversas empresas, pero parece que tampoco ha funcionado, ya que el gremio de personas que se dedican a la recolección mediante una remuneración económica identificadas con camionetas verdes, de inmediato empieza a sabotear el trabajo de las empresas particulares para evitar que cumplan el cometido.
Pero este problema no sólo es tarea de las autoridades, sino también de la ciudadanía que en algunos casos no muestra el menor respeto por mantener las calles limpias y deja bolsas de basura en las esquinas, lo que ocasiona problemas incluso de salud pública, pero simplemente lo hacen para no tener basura al interior de sus domicilios y optan por aventarla en cualquier lado y culpar a las autoridades de no acudir a recogerla.
Han sido muchos los esfuerzos para tener una pertinente y eficaz estrategia de recolección, pero pareciera que no se ha logrado dar en el clavo y, por el contrario, ha sido un problema que ha ido escalando administración tras administración, y no se ve ni cómo ni cuándo se le pueda dar una solución de fondo.
La decisión de imponer multas lleva su riesgo, porque como ya se comentó, implica una responsabilidad basada en el cumplimiento de tiempo y hora de la recolección y de no sostener el compromiso, podría venirse un problema ciudadano más allá de la recolección en sí.
Hasta el momento poco se sabe de los horarios, las rutas, las calles y los días en que se ejecutará la recolección. Falta mucha información y detalles sobre la manera en que el ayuntamiento estará operando esta difícil tarea.
Hay mucha expectativa, pero también muchas dudas.
EL CONSPIRADOR