No parece existir una lógica aceptable en aquello del vaso medio lleno o medio vacío en el gobierno de Julio Menchaca.
Atrás han quedado las especulaciones e intrigas de la clase política del antiguo régimen sobre lo que lograría el gobierno de alternancia de Morena en Hidalgo. El tercer año de gobierno de la administración de Menchaca Salazar se revitaliza no sólo con las macro obras del gobierno federal en suelo hidalguense, sino en el balance del crecimiento económico apoyado por el presupuesto de 63 mil millones de pesos y los adicionales 7 mil millones que ha gestionado la bancada morenista para Hidalgo, donde la participación del diputado Daniel Andrade Zurutuza en la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública ha garantizado, tenazmente, un incremento presupuestal para el gobierno de Julio Menchaca.
En este trazo de incremento presupuestal para Hidalgo, el reto sigue siendo afianzar el crecimiento económico y las cadenas de valor que generen mayores oportunidades sociales y, al tiempo, un equilibrio en la redistribución de la riqueza hacia los sectores que menos tienen en uno de los estados con mayor desigualdad y asimetría social en el país.
La discusión de forma y fondo atraviesa por la reorientación de las políticas públicas y la participación ciudadana en Hidalgo. Está claro que el gobierno de proximidad ciudadana ha sido un acierto, pero, también, es nítido que la presencia ciudadana en la construcción de las políticas públicas no debe, ni puede, quedar a la zaga de las Rutas de la Transformación.
En este plano, las reformas constitucionales impulsadas por la presidenta Sheinbaum Pardo se suman a los apoyos de las macro obras al gobierno de Julio Menchaca, que tendrá como reto hacerlas una realidad en el equilibrio de oportunidades sociales. Destaca el hecho de que en los primeros 2 años de gobierno de alternancia en Hidalgo, Julio Menchaca concretara metas del Plan Estatal de Desarrollo que sobrepasan el 40% de sus alcances, constituyendo en la gestión de inversión pública y privada uno de sus mayores aciertos en atracción de capitales y, desde luego, los programas sociales de las Rutas de la Transformación.
La zona oscura pese a los logros alcanzados en materia de procuración e impartición de justicia y su intrincada relación interinstitucional con la seguridad ciudadana, lo constituye el trasiego de huachicol, que sigue teniendo un peso específico en la atención del gobernador Menchaca Salazar y que debe tener mayores alcances en este 2025.
Contrasta en el plano de la visibilidad gubernamental el hecho de que el gobernador de Hidalgo se encuentre entre los mejores evaluados a nivel gestión en el país, condición que se encuentra sustentada en su vertiginosa presencia pública. Esto concita con los logros de un gobierno de proximidad ciudadana, pero, también, al engranaje de crecimiento económico que ha traído la proximidad estratégica con el gobierno de la Ciudad de México y con el Estado de México, que ha generado una cadena de valor económico y político a la administración de Menchaca Salazar.
La tranquilidad pública que prima como constante en Hidalgo es otra variable de equilibrio e impacto económico que ha capitalizado la actual gestión gubernamental, por lo que el arribo de empresas como Mercado Libre, son un golpe de confianza pública.
Queda como premisa fundamental el abatimiento de la pobreza y la desigualdad en Hidalgo, curva que deberá notarse en 2025 y 2026, debido a las condiciones que priman en el crecimiento económico y la estructura financiera que vive la gestión de Julio Menchaca. En este trazo, el aumento del salario mínimo deberá tener una reivindicación económica que se deberá sumar a la generación de oportunidades y la disminución de la migración hidalguense.
Se advierte en la profundización del Estado Digital un mayor dinamismo tributario y en la simplificación del esquema de trámites que los ciudadanos han padecido por décadas en Hidalgo, condiciones que deberán ampliarse a los municipios de la entidad.
El vaso medio lleno o medio vacío no es una opción para Hidalgo. La visión pública del gobierno de Julio Menchaca debe dar el salto cualitativo de la concreción de la tarea pública en este 2025.