¿Quién le susurra a la presidenta?

Día con día Claudia Sheinbaum toma medidas cuyas repercusiones ya tiene asustados a los zares agrícolas, inmobiliarios, del agua, de la minería y del sector industrial, que perciben en sus aliados internacionales que ha llegado el momento de apretarse el cinturón en el margen de ganancias y operaciones porque el gobierno está actuando en un juego de suma cero en pro de la preservación del patrimonio nacional.

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Por: Carlos Barra Moulain

Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.

El poder formal de los presidentes en México suele contrastar con su poder real por las variables de gobierno y sociales que se engrosan frente a las crecientes tensiones del juego de intereses que hacen del equilibrio del poder público una balanza inestable.

 

Después del arribo a México de la presidenta Sheinbaum Pardo proveniente de la Cumbre del G-20 el saldo de su participación marcó, de inmediato, la puesta en marcha del Plan Hídrico Nacional al que se sumó el gobernador de Hidalgo, Julio Menchaca, no sin que ello implicara reacciones encontradas con el sector privado que verá disminuidas sus ganancias desde el control histórico del agua y las restricciones, así como controles legales que habrá de experimentar.

 

En este escenario intrincado la suspicacia de “¿quién le susurra a la presidenta? ha dejado de lado cualquier duda sobre el peso que tiene el carácter ambientalista de Claudia Sheinbaum que, en Hidalgo, ya traza medidas para sanear el área de Tula y propiciar una nueva cultura y conciencia sobre las implicaciones del uso justo y equitativo del agua para consumo humano.

 

Las presiones a las que ha tenido que responder a nivel nacional e internacional el gobierno de Sheinbaum Pardo no son pocas. Es evidente que su carácter discursivo en las mañaneras deja de lado la confrontación con la prensa, pero día con día toma medidas cuyas repercusiones ya tiene asustados, con sobradas razones, a los zares agrícolas, inmobiliarios, del agua, de la minería y del sector industrial, que perciben en sus aliados internacionales que ha llegado el momento de apretarse el cinturón en el margen de ganancias y operaciones porque el gobierno está actuando en un juego de suma cero en pro de la preservación del patrimonio nacional.

 

En este trazo de correlación de fuerzas es perceptible el juego sucio de los intereses que día a día pretenden deteriorar el avance gubernamental de la 4T. Sobresale la escalada de la tensión política inherente de la oposición que en Hidalgo se encuentra extraviada y que ha tirado la toalla “adhiriéndose” a las medidas del Congreso local y del gobierno de Julio Menchaca, mientras por debajo de la mesa se apresta a infiltrar la estructura gubernamental.

 

Pian pianito las acciones del gobierno federal van reorientando las lógicas del sistema político, que se encuentra en vilo frente al radio de maniobra de Sheinbaum Pardo que, a diferencia de su predecesor AMLO, no requiere señalar que tiene otros datos, porque en realidad, el aparato de Estado cuenta con el control de los poderes públicos y su partido hegemónico reformista ya ha iniciado la sucesión presidencial, años antes de consolidar la 4T.

 

¿Quién le susurra a la presidenta? ¡nadie!

 

La presidenta Sheinbaum Pardo es un actor político de vanguardia gubernamental, esto no lo ha querido percibir ni aceptar la derecha en México, condición que, frente a menospreciar y minimizar la figura personal de Claudia Sheinbaum, ha perdido toda noción del poder que ejerce y por ende se encuentra en el riesgo político de los juegos de suma cero, donde alguien gana y alguien pierde, sólo que no es la 4T la que va perdiendo el juego.

 

La marea guinda de Sheinbaum Pardo tiene mareada a la derecha y sus estelas del antiguo régimen. Es tiempo para que empiecen a analizar que nadie le susurra a la presidenta y que el poder del gobierno no oscila como péndulo por intereses personales y de cúpula como lo hacía en el antiguo régimen, sino por una premisa única: el pueblo.

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Por: Carlos Barra Moulain

Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.


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CRONOS - Carlos Barra Moulain

Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.