La élite guinda en el poder marca una historia de combatividad y activismo político desde la figura de Andrés Manuel López Obrador, que construyó el enclave que hoy constituye Morena en México y que, en su moralización, hoy expulsa al contingente espurio del Grupo Universidad de su estructura política en Hidalgo.
En este escenario, el acceso al poder político en la nación se encuentra claramente empoderado por Morena, por lo que los espacios de decisión política tienen un sello guinda y el éxodo de militancias políticas a las estructuras morenistas constituyen un proceso claro de absorción-asimilación hacia las nuevas lógicas del poder de todos aquellos para los que la ideológica de izquierda no les estorba en su mimesis y gatopardismo político y ampara sus intereses particulares.
Hidalgo es radiografía fiel de que el mimetismo político no sólo se consigue a través de éxodo político de los partidos del antiguo régimen a Morena, sino también en la infiltración política, alianzas de facto, grupos de poder, simulación y pantomima, así como la patética puesta de los chalecos guinda como disfraz político; todos, escenarios donde prima la voracidad y juegos de interés que poco o nada tienen que ver con crear representación o herramientas para hacer valer la voluntad del pueblo.
En este trazo, desde la bancada del Partido del Trabajo, perteneciente al Grupo Universidad en el Congreso de Hidalgo, se ha propuesto colocar el nombre de Andrés Manuel López Obrador con letras de oro en el muro de honor en el salón de plenos del recinto legislativo (aunque va en contra del reglamento interno). La medida, si proviniera de la bancada de Morena Hidalgo, no sólo tendría sentido y valor político en plena adhesión de reconocimiento de las implicaciones lógicas de un evento de esta magnitud en el ascenso de la izquierda en México. Sin embargo, proviene del Partido del Trabajo, cuya escisión de la alianza con Morena en las pasadas elecciones del 2 de junio en Hidalgo, revela otros intereses y motivaciones políticas.
El control del Grupo Universidad sobre el PT es la radiografía de una erosión política progresiva que, en un primer momento, perdió la influencia y control legislativo que mantuvo en el Congreso local en la pasada legislatura, para pasar posteriormente a la pérdida de dominio de las estructuras de los poderes públicos en el gobierno de alternancia de Julio Menchaca. En este convulso esquema de degradación política, el Grupo Universidad se encuentra trazando una redefinición de proximidad hacia las fuerzas políticas de Morena Hidalgo.
La arena política de las fuerzas de Morena Hidalgo en plena contienda electoral -que negó el acceso a Osiris Leines del Grupo Universidad a la candidatura de Mineral de la Reforma- marcó, sin duda, el distanciamiento político con el gobierno de Julio Menchaca, incluso con los cuestionamientos que realizó Claudia Sheinbaum como candidata a la presidencia en su visita a Mineral de la Reforma, llamando a terminar con las arenas política en el partido hegemónico.
El trazo contundente y climático del desencuentro de la UAEH contra el movimiento parista de la Escuela de Artes, REBEL-ARTE, que no sólo terminó con la violencia del porrismo estudiantil de las fuerzas del CEU, sino también con la negativa del rector Octavio Castillo de aceptar la mediación de este conflicto del gobernador Julio Menchaca, fue evidencia palpable del sesgo político que crecía en las filas del Grupo Universidad en contra del gobierno de alternancia morenista.
En los hechos recientes, las pesquisas e indagatorias de la UIF en materia de malversación de recursos de la UAEH, y la negativa del banco HSBC para entregar fondos por 430 millones de pesos a la máxima casa de estudios, no se circunscriben como elementos aislados de una relación adversa que desde los pronunciamientos del gobierno de Claudia Sheinbaum intentan poner un alto al Grupo Universidad y recuperar la autonomía política efectiva de esta universidad pública.
En Cuautepec, la designación de Jorge Hernández Araus, quien se “escindió” del Grupo Universidad, advierte que las fuerzas vivas del PT/GU se encuentran redefiniendo sus estrategias y rol político en el corto plazo para tratar de reubicar sus posiciones dentro del juego político en Hidalgo.
Que el PT/GU pretenda instaurar el nombre de Andrés Manuel López Obrador en letras oro en el Congreso de Hidalgo, no es una iniciativa de relevancia política, sino un despropósito gatopardista.