La directora de La revolución de los alcatraces y Rush hour da voz a las trabajadoras del servicio de limpia, que realizan sus labores ante la indiferencia del público, que simplemente las ignora.
Kaplan muestra además la explotación y acoso que sufren estas mujeres subcontratadas por empresas que les regatean los pagos, las despiden a la menor excusa e incluso les obligan a comprar el material de trabajo,
En el caso del Metro, los testimonios son presentados por actrices, pues en caso contrario, las trabajadoras serían despedidas.
Los testimonios de Rosalba. Maribel y Claudia resultan entrañables, compartiendo sus sueños y sus temores, como voluntarias sin ninguna prestación o empleadas de compañías que desaparecen para no generar antigüedad.
En el momento más divertido de la cinta vemos a una de las afanadoras de la Cineteca confesar que no le gusta el cine, y “menos el que pasa ahí”.
Tratado de invisibilidad cumple con creces su objetivo dando voz a quienes no la tienen y denunciando las condiciones de explotación en las que viven la mayoría de las trabajadoras del servicio de limpia, muy alejadas de visiones paternalistas como las de El barrendero con Cantinflas.
Por: Jorge Carrasco V.
Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Periodista activo desde 1981 en diversos medios. Especialista en temas internacionales, deportes y espectáculos. Autor de biografías sobre Pedro Infante y Joaquín Pardavé de Editorial Tomo.