Los crecientes desencuentros y enfrentamientos en la arena política del Poder Judicial dan marco para las reflexiones de forma y fondo sobre la imperiosa necesidad de democratizar este poder público, cuya política estática judicial ha generado anarquía de intereses y autoritarismo jurídico.
Para la ministra Lenia Batres “la reforma judicial es la oportunidad para democratizar al único de los tres poderes públicos de la Unión que se mantiene ajeno a la voluntad popular. Con la aplicación de la reforma judicial, por primera vez los jueces tendrán que rendir cuentas a la población y explicar sus sentencias, haciéndolas claras y entendibles”.
La anarquía política judicial es el resultado de una estructura pública que por décadas sirvió a intereses de élites que desvirtuaron la procuración e impartición de justicia en detrimento de la democracia y la aplicación de la ley, prohijando una sociedad estamental, cuyos privilegios terminaron por empoderar las acciones delictivas que decía combatir.
La creciente realidad delictiva en Hidalgo, que se ha ido enraizando desde hace décadas y que ahora revienta en la violencia de escenarios confusos y diversos, no puede ser considerada como un hallazgo dentro de la procuración e impartición de justicia, sino como un proceso que escaló como lo ha identificado el gobernador Julio Menchaca al amparo e indiferencia del cuerpo burocrático del poder encargado de la procuración e impartición de justicia.
La anarquía política judicial (donde prima la ausencia del poder de la autoridad) debe ser el foco de los cuestionamientos hacia el Poder Judicial en Hidalgo para levantar la voz en la nación e impedir que prime el autoritarismo judicial frente a la resolución de reforma aprobada por el Congreso y el Senado.
Lo contundente a nivel histórico es que ya nadie puede mantener el velo de que el Poder Judicial no requiere una reforma y que ha llegado el momento de que se someta, como todo poder público, a la voluntad del pueblo. Este es el trazo democratizador al que se refiere la ministra Lenia Batres y que no da margen -como advierte el gobernador Menchaca Salazar- para la “indiferencia” de las autoridades del Poder Judicial cuando Hidalgo y la nación que atraviesan por una encrucijada frente a la beligerancia delincuencial que no ha podido ser contenida ni por los gobiernos del antiguo régimen ni por los gobiernos de la izquierda.
En este complejo escenario de la palestra política ya existen serias críticas de la oposición de que a la presidenta Sheinbaum Pardo el gobierno se le va de las manos. Empero, la presidenta Claudia Sheinbaum no claudica en el proceso de la reforma al Poder Judicial y ya ha anunciado que el 1º de junio del 2025 se llevará a cabo la elección de los jueces, magistrados y ministros “para que se acabe la corrupción de una vez por todas”. En este trazo, la maquinaria morenista en el control de los poderes públicos pretende profundizar el control ciudadano del Poder Judicial, otorgando una apertura a las prácticas judiciales y con ello transparentar sus procesos.
Las suspicacias están a la orden del día sobre la pericia de la estructura del Poder Judicial sobre quienes sean votados por el pueblo. Empero, el hecho de que jueces, magistrados y ministros que han sido señalados por la insaculación de la tómbola para dejar sus encargos, puedan entrar en la contienda para ocupar un espacio en el Poder Judicial, aumenta la competencia democrática y estrecha las suspicacias sobre la pericia de quienes resulten electos, cuyos perfiles deberán entrar en discriminación científica, de exámenes y trayectoria.
Frente a la cruenta realidad en materia de procuración e impartición de justicia no cabe la anarquía de la política judicial imperante al margen de su democratización por y con la voluntad del pueblo.
Por: Carlos Barra Moulain
Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.