No se han cumplido cien años en México desde que las mujeres pudieron acceder al derecho al sufragio universal.
Empero, la historia alecciona que el derecho al sufragio femenino en México no ha garantizado paridad sustantiva de género y todavía no ha trastocado un cambio definitivo de la ideología política para crear un nuevo orden político incluyente y de plena horizontalidad social.
En este trazo, la ola feminista en el país creó en el pasado proceso electoral una efervescencia política que culminó con el ascenso de Claudia Sheinbaum a la presidencia de la República. El clima político ha dado paso a otras discusiones, reflexiones y realidades no sólo políticas, sino sociales y culturales que, específicamente, están realzando la paridad y equidad sustantiva de género en una nueva composición histórica del poder y la ideología política.
Hidalgo en el ascenso del feminismo político
Los partidos tradicionales de la vieja guardia han sido reacios a encumbrar a las mujeres a puestos de elección popular. Esto dio pie a las cuotas de género y en el caso concreto de la pasada elección del 2 de junio sobresalió la contienda al Senado en Hidalgo de Simey Olvera, Carolina Viggiano y Adriana Flores; pero, todavía, sin una presencia clara en paridad de candidaturas en diputaciones y alcaldías. Hasta nuestros días, Hidalgo no ha tenido una mujer en el Poder Ejecutivo del estado.
Claudia Sheinbaum y el performance de género
La reforma constitucional de alternancia de género creada por la presidenta Claudia Sheinbaum, marca un proceso de redistribución del poder político en paridad sustantiva y efectiva de género. En este trazo, el performance de género que no sólo garantice la capacidad de los servidores públicos, sino su equidad sustantiva, se apresta a romper el paradigma del Estado patriarcal y, desde luego, de horizontalidad social.
En este trazo, subsiste el hecho de que no importando el género en los encargos de elección popular no prima, necesariamente, la capacidad de las y los candidatos, cuestión que ha generado suspicacias sobre la reforma creada por la presidenta Sheinbaum Pardo en materia de alternancia política de género.
El Path dependence o trayectoria dependiente
La historia e ideología política reciente en México nos ha dejado ver que el Estado patriarcal y su engranaje “dinámico” el sistema político se repliega y resiste al cambio social, por razones obvias: el control del poder.
El término Path dependence o trayectoria dependiente utilizado por Paul Pierson, denota en la literatura de análisis político en torno al ascenso del feminismo al poder público, que “el Estado patriarcal genera mecanismos de resistencia y rechazo al cambio social, favoreciendo la inmovilidad institucional.” Esta categoría explica claramente que el control político del Estado ha sido concebido para el predominio masculino y ha creado resabios históricos en los poderes públicos y la realidad social.
Los patrones específicos del control político en el género
La estructura constitucional en México garantiza un patrón de control público masculino. Se crean secuencias de poder lo mismo en los puestos de representación popular que en las estructuras burocráticas, lo que genera inmovilidad “tácita” del encargo. La verticalidad del poder político es también verticalidad de género, lo que perpetúa las lógicas de contratación proclives al género masculino.
En este trazo, alterar y fracturar el Path dependence o trayectoria de dependencia puede darse en tiempos de crisis política o coyunturas sociales, como la vivida por el antiguo régimen. Esto explica la conquista feminista en la inserción de mujeres en México como Efigenia Martínez, Rosario Ibarra de Piedra, Elena Poniatowska o Claudia Sheinbaum.
Hidalgo ya tiene representación femenina en la política con diferentes mujeres en la palestra pública local y nacional. Ahora, sólo falta hacer sustantiva la paridad de la mujer hidalguense en la sociedad, la cultura y la libertad.
Por: Carlos Barra Moulain
Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.
