El partido hegemónico y el nuevo orden político

Es evidente que el gobierno de Julio Menchaca está experimentando procesos de cambio social e innovación gubernamental que provienen del gobierno de Claudia Sheinbaum; por lo cual, no puede descuidar el orden político de conducción social que proviene del partido Morena Hidalgo.

El nuevo orden político que vive el país depende del encontronazo de actores políticos y sociales que se resisten al cambio del modelo gubernamental en México.

 

La recomposición que vive el partido Morena Hidalgo ha sufrido dos momentos de transición: I. Las arenas políticas que sufrió en medio de la contienda electoral del 2 de junio y, II. La reestructuración política estatutaria bajo el mando de Luisa Alcalde y la incursión del “delfín” Andrés Manuel López Beltrán.

 

En este trazo, el líder de Morena Hidalgo, Marco Rico, ha tenido una postura ambivalente que debe ser precisada. Frente a las arenas políticas que experimentó su partido de cara a la elección presidencial de 2 de junio, Rico se movió tanto en la reacción de preocupación del 4º Piso como en consonancia a la negociación con los grupos rivales del PRD y el Grupo Universidad, que presionaban para posicionarse al interior del partido guinda y en relación a la estructura de gobierno de Julio Menchaca.

 

No fue hasta que la orden del 4º Piso se hizo presente para evitar el carácter crónico de los desencuentros en Morena, cuando empezó a perfilarse como asunto de primer orden la reestructuración y atención al partido guinda para transitar hacia un nuevo orden político que se avecinaba frente a la transición política transexenal con Claudia Sheinbaum.

 

En este trazo, Marco Rico se presentó activo en los comicios del 2 junio. La presencia del líder morenista de Hidalgo suplió, por razones obvias, la distancia del gobernador Julio Menchaca y cohesionó a figuras en disputa política como Cuauhtémoc Ochoa, Simey Olvera y figuras de peso cultural en la palestra política como Tania Meza.

 

Sin embargo, la reciente visita a Hidalgo de la presidenta de Morena, Luisa Alcalde, develó que Marco Rico sigue sufriendo los embates de las arenas políticas al interior del partido guinda.

 

Se advierte en este escenario de transición que llegó la hora para que el partido Morena, a nivel nacional, se erija como una fuerza disciplinada, democratizante y de activismo político para salir del impasse de la crisis política en la que se encuentra la palestra pública y que se ha ido agravando con el deterioro de la derecha. En los hechos, Luisa Alcalde ha puesto el dedo en la llaga al enunciar desde su arribo como lideresa del partido guinda “que las expresiones partidistas de la derecha no son opción política”. Cuestión que advierte que el crecimiento de Morena será la pieza clave para entender la conducción política de Estado de Claudia Sheinbaum y la transición transexenal de Julio Menchaca hacia 2028.

 

En Hidalgo, los temas emblemáticos del gobierno de Julio Menchaca se han desplazado con nitidez hacia la seguridad pública y la concreción de los programas sociales de las Rutas de la Transformación, que implican una aplicación significativa del presupuesto público que debe adherir a la creación de infraestructura hacia macro obras. Es evidente que el gobierno de Julio Menchaca está experimentando procesos de cambio social e innovación gubernamental que provienen del gobierno de Sheinbaum Pardo, por lo cual no puede descuidar el orden político de conducción social que proviene del partido Morena Hidalgo.

 

Se avecinan tiempos difíciles. Pocos esperaron que la cercanía y vínculos políticos de Claudia Sheinbaum con Julio Menchaca se dieran de inmediato en la sucesión presidencial. El dinamismo emprendido por Sheinbaum Pardo en Hidalgo ha esclarecido el panorama de la inversión pública para Pachuca y Tula. No obstante, la redistribución de oportunidades debe ser integral para todo el estado y hacer de los temas emblemáticos sobre la equidad social el epicentro de la gestión de Menchaca Salazar, que debe concluir no sólo con la apuesta transexenal de su sucesión, sino de un Hidalgo que fue capaz de ser cambiado por la administración de Morena con dignidad y rostro humano.

 

Consolidar el sexenio de Julio Menchaca estriba en hacer de los programas de las Rutas de la Transformación una respuesta gubernamental del poder hacia el nuevo orden político que se respira y vive el país, ¿podrá el partido hegemónico conducido por Marco Rico estar a la altura del nuevo modelo político que requiere Hidalgo y la nación?


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