La era de terror del PRI

La desbandada del PRI Hidalgo no se debe sólo a la verticalidad política que establece en el partido Carolina Viggiano, sino al hecho contundente de que la debacle política del PRI en el sistema político marca -para muchos militantes y simpatizantes- la hora de abandonar el barco frente al naufragio titánico.

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Por: Carlos Barra Moulain

Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.

La despedida a Efigenia Martínez por la presidenta Claudia Sheinbaum cierra un capítulo de la izquierda que logró en su lucha por reconfigurar el sistema político del antiguo régimen, una larga trayectoria de desencuentros con la mafia del poder como le llamó AMLO.

 

Ya había prescrito con anterioridad que el recrudecimiento político en el PRI Hidalgo era la punta del iceberg que venía precedida del golpe de Estado que le infringió a la vieja casta política del partido tricolor Alejandro Alito Moreno y Carolina Viggiano.

 

El Armagedón político para Alito y Carolina se presentó cuando el INE, en un primer momento, desechó la validez de la reforma de estatutos que le permitía tanto a Alejandro Moreno como a Carolina Viggiano su reelección en la dirigencia del PRI hasta 2028. Empero, como de charadas y juego de intereses está investida la escena política en México, el pasado 4 de octubre, el TEPJF le dio carpetazo al carpetazo y avaló la reforma estatutaria del PRINOSAURIO.

 

En este trazo, Manlio Fabio Beltrones -que fuera presidente del PRI y miembro de la vieja guardia política- en agosto de este mismo año, había sido marginado por la dirigencia de Alito y Carolina, que en un trazo de cierre de filas contra los “dinosaurios rebeldes”, le asestó en el Senado el golpe del adiós al político sonorense de la bancada de senadores del tricolor.

 

Los pronunciamientos de Manlio Fabio Beltrones, Beatriz Paredes, Dulce María Sauri, Miguel Osorio Chong y Claudia Ruiz Massieu fueron al tenor de que el golpe de Estado de Alito y Carolina marcaba no sólo una ruptura o quiebre político, sino la instauración de una tiranía partidista.

 

En estos entretelones, en Hidalgo la desbandada no se ha hecho esperar, pero no se debe sólo a la verticalidad política que establece en el partido Carolina Viggiano, sino al hecho contundente de que la debacle política del PRI en el sistema político marca -para muchos militantes y simpatizantes- la hora de abandonar el barco frente al naufragio titánico.

 

Los tiempos cambian y el viento político también.

 

La oposición política en Hidalgo se encuentra reducida a su mínima expresión. No se trata sólo de su representatividad ciudadana en las cámaras, sino en el hecho sustantivo de que existe una clara fractura y desdén de la oligarquía nativa sobre sus expresiones partidistas; porque si sus partidos políticos no sirven para detentar el poder del Estado, no sirven para nada.

 

El poder político y su control es el que hace posible que la oligarquía nativa y extranjera en el sistema capitalista conduzca sus ganancias y concentre la riqueza. Empero, el ascenso de la izquierda y, particularmente del binomio AMLO-Sheinbaum, han marcado un retroceso para los intereses en juego de la oligarquía nativa, que ha tenido que iniciar un proceso de beligerancia política desde el Poder Judicial para tratar de contener los estragos que el morenismo le ha causado en el país.

 

Para Alito y Carolina, la debacle del PRI comenzó con los políticos de la vieja guardia que ahora están en el asilo del parque jurásico del PRI, cuestión por la cual, el PRI está mejor sin los lastres de la añeja casta política que lo llevó al rotundo fracaso. Claro, en esta idea de Alito y Carolina, no existe una pizca de autocrítica por lo que hace a sus actuaciones en el partido tricolor.

 

Manlio Fabio Beltrones se suma a las víctimas de la era de terror del PRI al estilo de la revolución francesa; donde la guillotina les cortó la cabeza a muchos personajes del antiguo régimen. ¿No es infausta esta analogía política?

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Por: Carlos Barra Moulain

Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.


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CRONOS - Carlos Barra Moulain

Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.