¡Se terminó el sexenio que nos convertiría en Venezuela, terminó el mandato del dictador que se extendería de forma vitalicia en el poder y comienza su títere a gobernar! O por lo menos ese es el discurso que la oposición mantiene acerca de Morena; sin embargo, la situación no puede ser más diferente, la transición del Poder Ejecutivo Federal tenía décadas sin llevarse a cabo en semejante clima de estabilidad dentro de la Cámara de Diputados, los datos macroeconómicos de la nación presentan una mejora progresiva y, pese a la aún presente inseguridad, el país demostró el cambio estructural que ha atravesado en los últimos años eligiendo, por primera vez en su historia, a una mujer presidenta.
No obstante, aún y cuando Claudia Sheinbaum inicia su gobierno con una gran aprobación, la entrada de su gobierno se choca con diversos retos a los que atender lo más pronto posible. El primero de ellos es, para sorpresa de nadie, el punto débil del sexenio anterior. Nos referimos al ámbito de la violencia y la inseguridad, una problemática que, al estar anteriormente el Estado implicado dentro del desarrollo de organizaciones criminales, en tan sólo un sexenio sería sumamente difícil de erradicar; sin embargo, hay que señalar que el gobierno de López Obrador fue deficiente en ese aspecto y su forma de enmendarlo fue la reforma a la Guardia Nacional.
Esta reforma requiere ser analizada y reestructurada para que funcione como una política de seguridad efectiva, cuestión que debe ser prioritaria dentro de esta administración. Por otro lado, ante la reforma al Poder Judicial, los nuevos procesos electorales que devengan de esto se ven obligados a tener una estructura que se encargue de llevar a cabo de manera efectiva las votaciones, lo que requiere de una alta coordinación entre el INE y gobierno federal para que se pueda aumentar o preservar la confianza ciudadana en las instituciones.
El aspecto de políticas macroeconómicas, a cargo de Marcelo Ebrard, debe ser cuidadosamente ejecutado, debido a que los gobiernos de la transformación han centrado sus esfuerzos en la entrega de apoyos sociales, construcción de infraestructura y programas para garantizar el bienestar de la sociedad, por lo que, más allá de su aplicación, estos abarcan una gran cantidad del presupuesto nacional, así que si esto no es atendido con la cautela requerida la economía de las familias mexicanas podría verse seriamente afectada.
En este sentido, la administración pública de una nación posee diversos abrazos que son fundamentales para el bienestar social; sin embargo, estos parecen ser los puntos que atacará la oposición en sus próximos intentos por conformar un bloque de unidad en contra del progresismo de Morena; aunque hoy día no se presenta de forma evidente este proyecto, no hay duda alguna de que, así como lo está haciendo en el resto de América Latina, la extrema derecha mexicana está tras bambalinas ideando su siguiente jugada contra el gobierno actual, lo preocupante es la magnitud que esta pueda tener.
Por: Carlos Nander
Estudiante de la disciplina de las Relaciones Internacionales en búsqueda de los posibles efectos que pueden generar dentro de nuestro país. Amante del conocimiento, la historia y el cine.
