Comienzan a disiparse las dudas sobre el empoderamiento y visión política de Claudia Sheinbaum que, a través del mensaje presidencial, han dejado nítida contundencia de mando y dirección del proyecto de nación: humanismo político y perspectiva de género.
El pronunciamiento de la presidencia de cuatro ejes coordinados para el desarrollo en transformación de la nación, dieron inicio en un marco de inclusión política, donde el saludo a Norma Piña, ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, es prueba fehaciente de la firmeza y postura de Claudia Sheinbaum.
Esta atmósfera de pleno empoderamiento de Sheinbaum Pardo, “jubiló” -materialmente- a AMLO, al dejar claro que el expresidente se retiraba de la política, lo cual no significa que lo proyectado durante su gestión será enterrado. Por el contrario, los cuatro ejes de desarrollo para el programa de gobierno son el refrendo de que el proyecto de nación de la 4T que inició AMLO se llevará a cabo y tendrá nuevas vertientes y dimensiones sociales en el 2º Piso de la transformación nacional.
El análisis crítico del mensaje presidencial es contundente: Claudia Sheinbaum y sólo Claudia Sheinbaum tiene el control del gobierno.
Paulatinamente, las sombras e intrigas de la oposición política que señalaron que Sheinbaum Pardo gobernaría, pero que el poder político lo tendría López Obrador se van por tierra. En lo sustantivo, la presidenta gobierna y tiene el poder político de la nación.
En este trazo, la coordinación y diálogo político que en Hidalgo ha establecido Sheinbaum Pardo con Julio Menchaca, tendrá que incidir en la profundización de los cuatro ejes de desarrollo (equidad social, economía sustentable, justicia y proyecto de nación). Estas condiciones de reestructuración de la 4T son una prescripción para el gobernador Menchaca Salazar que tendrá que predisponer la reorientación y visión de las Rutas de la Transformación.
La nueva lectura de la realidad política en la visión de la presidenta Sheinbaum Pardo denota que desde la administración pública federal ya no existe “un México central y uno periférico”. El equilibrio del desarrollo sustentable y sostenible debe alcanzarse en una planeación con equidad entre los estados que conforman al país. Por ello, las macro obras no son un obsequio, sino el pleno compromiso social por cambiar las asimetrías del desarrollo nacional que han primado por décadas.
Es en este escenario donde el gobierno de Julio Menchaca debe realizar esta lectura sobre los cuatro ejes de desarrollo para armonizar la tarea que ha emprendido, evidenciando que el Plan Estatal de Desarrollo admite nuevas variables de planificación y flexibilidad administrativa. Ya no se puede entender la planificación gubernamental en Hidalgo, exclusivamente, como parcelaria o endogámica, sino como una vertiente de desarrollo humano en el proyecto de nación.
Las rutas del mensaje presidencial.
El sexenio de Claudia Sheinbaum ha iniciado de manera vertiginosa y contundente. Las posturas de sobriedad política y austeridad republicana son una constante en la moralización de las instituciones y del sistema político. En Hidalgo, los saldos pendientes en el saqueo de las administraciones municipales salientes como la de Sergio Baños, la probidad pública y la entereza ética de las y los servidores públicos debe garantizar su integridad y, desde luego, no dar carpetazo a las estelas de investigación sobre la Estafa Siniestra, que deberá llegar hasta sus últimas consecuencias. Es menester que Julio Menchaca envíe un mensaje de coherencia política a la naciente administración federal en la concreción de las Rutas de la Transformación.
Por: Carlos Barra Moulain
Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.
