Sin embargo, el veterano dominicano de 41 años cumplió con creces al coronarse como campeón bateador y ser electo el jugador más valioso.
A diferencia del norteamericano, Canó participó en 78 de los 90 juegos de su equipo en la segunda base y como bateador designado, como segundo en el orden al bat, con el número 22 luciendo un guante muy seguro que solamente cometió un error en toda la temporada,
Curiosamente en los playoffs cometió dos, uno de ellos en el partido final, en donde pecó de soberbia.
El nativo de San Pedro de Macoris bateó .431 producto de 141 hits en 327 turnos al bat., recibiendo 26 bases y ponchándose en 41 ocasiones.
Impulsó 77 carreras, solamente detrás de su compañero Julián Ornelas, líder de la especialidad con 84, y bateó 17 cuadrangulares, uno más que el tijuanense.
Como dato curioso, no bateó ningún triple pero si 26 dobles. Fue golpeado cuatro veces y bateó para doble matanza en diez ocasiones.
Su actuación nos hizo recordar la de Julio Franco, Champion bat en Grandes Ligas y dos ocasiones en México una de ellas con .437
Lo único negativo para los Diablos fue que le cerró el paso al novato Carlos Sepúlveda, que en varias ocasiones entró a correr por él.
Dudamos que el ex Yanqui campeón de la serie mundial, se arriesgue a regresar el año entrante, por lo que hay que valorar los juegos que lo vimos.
Por: Jorge Carrasco V.
Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Periodista activo desde 1981 en diversos medios. Especialista en temas internacionales, deportes y espectáculos. Autor de biografías sobre Pedro Infante y Joaquín Pardavé de Editorial Tomo.