Sheinbaum y Menchaca: evolución política

Claudia Sheinbaum inicia su sexenio en una vinculación nítida en la transformación nacional y Julio Menchaca en su tercer año de gobierno en la consolidación de las Rutas de la Transformación de su sexenio en la evolución política de la nación.

Claudia Sheinbaum Pardo se erige como la primera mujer presidenta de la nación y engrosa en estos momentos la evolución política de México.

 

En el orbe, 28 mujeres presiden gobiernos y marcan las huellas de una transformación democrática dentro de sistemas políticos concebidos bajo estructuras e ideología patriarcal, que confluyeron históricamente en formas de dominio de nulificación de la inclusión social en el mundo.

 

Es en este trazo, donde la evolución política marca un encuentro sustantivo entre Claudia Sheinbaum y Julio Menchaca, debe ser analizada en el contexto, vertiginoso e inconstante, de posturas políticas que se están entretejiendo en México y que ya presentan reacciones encontradas, beligerancia política y cambio social.

 

Sheinbaum y Menchaca: evolución política (el trazo de los puntos de encuentro).

 

I. De la democracia desconfigurada a la democracia configurada

El México de la democracia posrrevolucionaria que encumbró en 1929 al partido que hoy conocemos como PRI, generó el mayor desencuentro y despropósito político de la historia nacional: desconfiguró la democracia.

 

Claudia Sheinbaum y Julio Menchaca arriban al encargo público en una era de evolución política que germinó a través de la erosión de la desconfiguración democrática en México. En la Ciudad de México Sheinbaum catalizó, lo mismo que Menchaca en Hidalgo, la descomposición política del antiguo régimen. Ambos perfilaron el encuentro con una ciudadanía que no encontraba respuestas claras y contundentes al abandono, la marginación y asimetría política de la vieja guardia, creando con ello la configuración de una democracia que exige hechos y realización pública.

 

II. La complejidad del caciquismo político

Sheinbaum y Menchaca se toparon en sus trayectorias políticas con la complejidad del caciquismo político.

 

Experimentaron las contradicciones y consecuencias de un sistema de poder arcaico donde, el liderazgo político, se ejercía por un modelo de prebendas y castigos en una profunda regionalización de la política a través de un partido hegemónico vetusto y anquilosado que seguía repitiendo: la revolución te hará justicia.

 

III. La confusión de un movimiento político auténtico

Uno de los mayores cuestionamientos políticos que presenta Morena estriba en la hibridación de sus fuerzas que articulan a personeros y actores políticos de la vieja guardia, así como actores y éxodos políticos de partidos que pertenecieron al antiguo régimen.

 

Sheinbaum y Menchaca son artífices de una modernización estructural del ejercicio público donde la evolución del sistema político, presenta elementos contradictorios, así como de nuevo cuño. En ambos personajes priman los contrapesos y las acciones de un sistema político en agonía que está siendo transformado por el peso de las contradicciones políticas de una democracia desconfigurada, que ha dado paso a la configuración de una nueva democracia en un escenario de confusión política que está redefiniendo la estructura de Morena y las formas del hacer y quehacer político.

 

IV. La prospectiva de un nuevo gobierno y de un nuevo poder de Estado

Es perceptible que la concentración del poder político permite oscilar a Morena hacia nuevas rutas gubernamentales de transformación social.

Sheinbaum y Menchaca han cerrado filas. Lo mismo en la metropolización política de sus gobiernos, que en la horizontalidad de los programas sociales que se han vuelto el epicentro del poder político de Morena. Como nunca antes en la historia de la nación, la ejecución de los programas sociales ha cobrado tanta relevancia y capital político para detentar el poder, como el que han sumado en sus gestiones Claudia Sheinbaum y Julio Menchaca que, en definitiva, ya no pueden dar marcha atrás a la prospectiva del nuevo poder del Estado.

 

Claudia Sheinbaum inicia su sexenio en una vinculación nítida en la transformación nacional y Julio Menchaca en su tercer año de gobierno en la consolidación de las Rutas de la Transformación de su sexenio en la evolución política de la nación.


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