Contrataron como manejador a un ex pingo sin muchos lauros, el norteamericano Lorenzo Bundy, que me hizo recordar a Carlos Miloc y al América diciendo que a ese equipo lo dirigía hasta por teléfono.
Se trajeron a los dos peloteros más caros del circuito, pese a que estaban en la lista de proscritos de las Grandes Ligas: Trevor Bauer y Robinson Canó.
Al primero le ofrecieron un contrato por cinco juegos, que se fue prolongando hasta el campeonato. Los dos desquitaron con creces su sueldo, terminando Bauer como pitcher líder en ganados con 10, en ponches con 120, mientras que Canó fue líder de bateo con .431, 14 homerunes y 77 producidas.
Aprovechando la regla de los 20 extranjeros probaron hasta 24 terminando con 71 victorias por 19 derrotas.
Parecía que la norma era jugar con el menor número de mexicanos y en la final solamente quedaron dos, Julián Ornelas que acabó como líder en carreras producidas con 84. .320 y 16 cuadrangulares y Juan Carlos Gamboa .324, 7 y 47.
Yaphet Amador aquejado por las lesiones tuvo la peor temporada de su carrera con .234, 6 y 33.
Carlos Sepúlveda y Moises Gutiérrez fueron relegados a la banca en beneficio de extranjeros mediocres como Jorge Rondón o José Briceño, Para tapar el ojo al macho los Diablos debutaron a cuatro jóvenes mexicanos,¡que jugaron una entrada o menos!
Fueron titulares indiscutibles Franklin Barreto .343, 16 y 16 y 63 y José Marmolejos .364, 10 y 48.
Y en la parte final se trajeron a Lewin Díaz, que se fue , y salieron de la banca para lucir en los playoffs Ramón Flores y José Pirela.
El último día se deshicieron de Briceño y se trajeron al catcher Patrick Mayzeka.
Tras Bauer solamente lució Erik Leal 8-1 y 2.91 y batallaron con otros abridores como Ronnie Williams, Daniel Ponce de León, José Luis Bravo. y dejando ir a los zurdos Lakin y Steven Moyers. Trayendo al final a Brooks Hall .De los japoneses Daniel Hisaki, prefiriendo a Tomohiro Hanraku que para sorpresa de todos acabó como líder de holds con 20.
Su cerrador Jake Sánchez tampoco fue garantía pese a su 5-1 dejó ir media docena de rescates.
Y aunque eliminó fácilmente a los Pericos y los Leones, con los Guerreros de Oaxaca tuvo su lección de humildad hasta estar a punto de la eliminación con desventaja de tres a cero y la suspicacia de que se dejaron ganar.
Lo cierto es que los Diablos al fin consiguieron su campeonato 17, pero habrá que hacer cuentas para ver en cuánto les salió, pues a pesar de ser líderes en asistencia, lo cierto es que apenas y llenaban medio estadio y los millonarios sueldos de Bauer y Canó, dejaron poco espacio para las ganancias, siendo un campeonato de oropel.
Por: Jorge Carrasco V.
Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Periodista activo desde 1981 en diversos medios. Especialista en temas internacionales, deportes y espectáculos. Autor de biografías sobre Pedro Infante y Joaquín Pardavé de Editorial Tomo.
