No fue necesario el kilo, dos tercios fue suficiente

En las horas previas a reforma del Poder Judicial, el Congreso local daba el golpe en la mesa. La instrucción era clara: Morena Hidalgo y su bancada dominarían las comisiones de vanguardia política para asegurar que las Rutas de la Transformación del gobernador Julio Menchaca se erigieran en la ruta de la transformación del 2º piso.

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Por: Carlos Barra Moulain

Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.

La rabia persigue al PRIAN en Hidalgo, mientras las acusaciones de la traición en el Senado del que faltó por MC y del panista que votó por la reforma judicial se diluyen ante la impotencia de esa añeja casta política que se niega a abandonar los privilegios del poder en su agonía política.

La naturaleza del poder político edificó al Estado desde la cosmovisión de hombres que planificaban el futuro de otros hombres. ¿Se trataba de una loable tarea?, ¿quizá era la forma civilizada de dirimir la realidad social entre los que poseían y los desposeídos?, ¿tal vez era la pantomima del primer teatro guiñol y las marionetas que, en Roma, contaban la historia de Rómulo y Remo, amamantados por la loba de la metáfora del Estado?

En las horas previas, el Congreso local daba el golpe en la mesa. La instrucción era clara: Morena Hidalgo y su bancada dominarían las comisiones de vanguardia política para asegurar que las Rutas de la Transformación del gobernador Julio Menchaca se erigieran en la ruta de la transformación del 2º piso. Entretanto, la discusión en el Senado se prolongaba y la irrupción del pueblo” en el disfraz de la democracia de abajo era, nuevamente, la pantomima manejada por el PRIAN que, desquiciado, trataba de impedir la llegada desde Veracruz de Miguel Ángel Yunes Linares, que recordaba como lo dijo Albert Einstein: Dios no juega a los dados.

Las horas transcurrían y el zafarrancho marcó el destino de ese bullicioso Senado de circo romano entre los lloriqueos y rabietas de Lily Téllez y las arengas de Marko Cortés que gritaba ¡traición!, mientras Alejando Alito Moreno y Carolina Viggiano se convertían en los deudos de una reelección inválida desde el INE en el PRI.

No fue necesario el kilo, dos tercios fue suficiente.

La derrota en el Senado mostraba que la loba no amamanta por igual a todos sus hijos y que la metáfora del Estado tiene sus límites cuando la corrupción e impunidad hacen de la justicia el monopolio de privilegios estamentales la venda que ampara la dinámica de poder de grupos que se hacen pasar como la sociedad”, cuando en realidad son la cabeza de la Hidra.

Esta vez, no se trató de una derrota electoral. Esta vez, el 2 de junio no fue la noche triste para el bastión priista y la noche de carnaval para los pañuelos guinda. Se trató, en lo sustantivo, del quiebre del añejo sistema político que se cayó a pedazos y calló frente a los vítores de ¡la reforma va!

¿Qué queda en el recuento de los daños?

El Plan Claudia va hasta sus últimas consecuencias. Empero, ninguna bestia moribunda claudica sólo porque la parca la viene a visitar a las cuatro de la mañana en el Senado. Las bestias moribundas en su agonía suelen causar más estragos que cuando se encuentran en plena salud, precisamente porque saben que les queda poco tiempo, por lo que se organizan, convalidan estrategias de pervivencia y tienen la osadía de hacer planes a futuro.

En esta agónica frustración, PRIAN-MC+PT/GU en Hidalgo advierten que su alianza agonía puede prolongarse en la medida que los tónicos y bálsamos de la movilización social que acarrea las vendas de la ignorancia y que las funciones de la maquinaria mediática generan la medicina del terror, en la fábula de Pedrito y el lobo gritando: ahí viene el comunismo tiránico”; mientras la vieja casta política se esconde tras bambalinas.

Es verdad, no fue necesario un kilo, dos tercios fue suficiente.

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Por: Carlos Barra Moulain

Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.


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CRONOS - Carlos Barra Moulain

Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.