El PRI toma ventaja en el Congreso de Hidalgo

El grupo parlamentario del PRI, con sólo dos diputados, le ganó la partida a los 16 legisladores de Morena y a sus aliados de Nueva Alianza en el Congreso de Hidalgo al presentar la primera iniciativa de la LXVI Legislatura. ¿El tema? la crisis hídrica en el estado.

El grupo parlamentario del PRI, con sólo dos diputados, le ganó la partida a los 16 legisladores de Morena y a sus aliados de Nueva Alianza en el Congreso de Hidalgo. La bancada priista, encabezada por Marco Antonio Mendoza, no sólo fue la primera en presentar una iniciativa de ley en esta LXVI Legislatura, sino que lo hizo en un tema crucial: la crisis hídrica en el estado. Mientras tanto, Morena, con su mayoría aplastante, parecía más ocupada en los nombramientos burocráticos que en presentar una agenda legislativa robusta.

 

¿Dónde estaba Andrés Velázquez Vázquez, el presidente de la Junta de Gobierno del Congreso de Hidalgo? Su papel en este inicio legislativo deja mucho que desear. En lugar de enfocar a su bancada en el trabajo legislativo, presentó a los nuevos titulares de áreas administrativas, como si los cargos burocráticos fueran la prioridad. Si bien el gobernador Julio Menchaca ha demostrado un liderazgo claro y firme en otros aspectos del gobierno, queda en el aire la duda sobre si la elección de Velázquez para dirigir al Congreso fue la correcta.

 

¿Es Velázquez el líder que Morena y sus aliados necesitan para esta legislatura? Los hechos recientes parecen indicar lo contrario. En el momento en que el estado más necesitaba propuestas legislativas audaces, el PRI tomó la delantera. Su reforma para la Ley Estatal de Agua y Alcantarillado no es sólo simbólica: es una respuesta a la crisis que enfrenta Hidalgo, donde el acceso equitativo al agua y la protección de los ecosistemas acuáticos son temas que afectan tanto a las zonas urbanas como rurales.

 

El papel de los 16 diputados de Morena y los 4 de Nueva Alianza no ha pasado desapercibido. En lugar de liderar, han estado siguiendo una agenda que, hasta ahora, ha carecido de sustancia. Mientras el PRI presentaba soluciones concretas para uno de los problemas más urgentes del estado, los legisladores de Morena parecían estar más preocupados en afianzar sus posiciones internas.

 

La iniciativa priista no es sólo un llamado de atención para Morena, sino también una advertencia. Hidalgo necesita más que nombramientos y ceremonias; necesita un Congreso que trabaje para su gente. La propuesta del PRI incluye incentivos para la adopción de tecnologías de riego más eficientes, el uso agrícola responsable del agua y la conservación de áreas naturales clave. Mientras tanto, ¿qué han propuesto los 20 legisladores de Morena y Nueva Alianza? Poco o nada que aborde las necesidades inmediatas de los hidalguenses.

 

No se trata de poner en duda la capacidad de gestión del gobernador Menchaca, quien ha demostrado ser un líder competente. Pero lo ocurrido en este primer paso legislativo genera incertidumbre sobre la capacidad de Andrés Velázquez para dirigir de manera efectiva la Junta de Gobierno del Congreso. ¿Estará Morena a la altura del reto? ¿O seguirá perdiendo terreno ante un PRI que, aunque minoritario, ha sabido adelantarse en el tablero político?

 

La respuesta está en las manos de los 20 legisladores de la coalición gobernante. Pero si el primer día de trabajo legislativo es un indicativo de lo que está por venir, los ciudadanos de Hidalgo tienen motivos para preocuparse. La inacción y la desorganización de Morena y Nueva Alianza frente a la aguda crisis hídrica no sólo es un mal comienzo, sino una señal preocupante de lo que podría ser una legislatura plagada de oportunidades desperdiciadas.

 

Hidalgo necesita liderazgo y acción. Mientras Julio Menchaca continúa cumpliendo con su compromiso de gobernar para todos los hidalguenses, el Congreso debe estar a la altura de su responsabilidad. No se puede permitir que la inacción de Andrés Velázquez y su bancada eclipse los esfuerzos del Ejecutivo. Los legisladores de Morena y Nueva Alianza aún tienen tiempo para rectificar el rumbo, pero el reloj ya ha empezado a correr.

 

La política es un juego de tiempos y prioridades, y hoy, el PRI demostró que, aunque son pocos, pueden marcar la diferencia. ¿Podrá Morena ponerse a la altura del desafío? Eso está por verse, pero lo que está claro es que no pueden seguir distraídos mientras otros legislan por ellos.


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