El 2º Informe de Gobierno de Julio Menchaca congregó una prescripción política clara: Hidalgo no puede quedar a merced del atraso político y social.
En las heridas inmediatas que permiten cuestionar lo que fue el control del gobierno del antiguo régimen y la probidad del gobierno de Julio Menchaca, la Estafa Siniestra que condensa malversación pública en el trazo de una corrupción orquestada desde las altas esferas de la administración pública en el sexenio anterior en Hidalgo. Sin embargo, no es el único entretelón que exige reestructuración de la ética pública y probidad gubernamental, se encuentra pendiente una reingeniería de procesos en los ayuntamientos que permita la concreción de la tarea pública y detenga el fiasco administrativo que presenta la mayoría en este proceso de transición municipal.
En un innegable quebranto público en el imaginario colectivo de la desolación municipalista, Sergio Baños, ya exalcalde de Pachuca, se ha retirado entre arengas ciudadanas en su contra y en una invariable evasión de la realidad social argumentando: “hicimos mucho con menos”.
Los municipios son entidades autónomas de derecho público que cuentan con personalidad jurídica y patrimonio propio.
No obstante, no es aceptable la brutal realidad de disfuncionalidad del ayuntamiento saliente de Pachuca en la administración de Sergio Baños Rubio que, en su último informe, declaró refiriéndose a la adversa atmósfera que dejó su administración en la metrópoli capital, “Yo no le llamaría problemas, les llamaría áreas de oportunidad”, cuestión que no admite ninguna explicación científica.
Nassim Nicholas Taleb (científico de relevancia internacional de la administración) contraviene este tipo de explicaciones, ya que no son válidas ante las evidencias empíricas del fracaso administrativo y social que ilustró la gestión de Baños Rubio que ejemplifica un desastre a título de crisis municipalista. Esto pone las alarmas para no repetir el fiasco ocurrido en la capital en los 84 municipios que dan inicio a su operación administrativa.
Es pertinente apreciar que el municipio condensa la microfísica del poder político en la nación. Su proximidad ciudadana establece un diálogo directo con las necesidades ciudadanas y tiene como responsabilidad atender y solucionar los requerimientos públicos de la sociedad garantizando el progreso económico, desarrollo de oportunidades, impulso cultural, seguridad ciudadana y planeación y prospectiva urbana en equidad, armonía y paz social.
Hasta ahora, el deterioro que sufre la ciudadanía en el despropósito de la desatención de los ayuntamientos en Hidalgo, es una radiografía histórica de una involución pública que no puede ni debe proseguir. Se trata en lo sustantivo de que la cercanía con la ciudadanía posibilite una gestión acorde al desarrollo social, ello implica:
I. Elaboración del Plan Municipalista
Construir un Plan de Desarrollo Municipalista que articule la perspectiva del desarrollo estatal de Hidalgo. En este trazo, la planeación municipalista no puede obviar la continuidad de las Rutas de la Transformación y el Plan Claudia en su 2º Piso del cambio político y económico nacional.
II. La promoción del desarrollo social
Si algo debe caracterizar a la administración municipal es la promoción del desarrollo social. Este concepto atiende a la promoción de los equilibrios y expectativas sociales donde cada comunidad (barrio y colonia) presenta una realidad concreta, la cual debe ser registrada en la planeación y prospectiva que discuta y atienda el cabildo. Esta segmentación de necesidades suele tener mayores impactos y atención ciudadana.
III. Transporte y tránsito público
Garantizar un transporte eficiente y tránsito coordinado para el flujo y movilidad ciudadana son vectores prioritarios porque su transversalidad en las operaciones de la ciudadanía, promueven desarrollo económico, vinculación itinerante de las funciones sociales y estabilidad comunicacional.
- IV. Seguridad ciudadana
El impacto de la seguridad ciudadana como vector de integridad física y emocional de la ciudadanía, ocupa un papel central en la visión de comunión social. No puede ni debe quedar sin la operatividad, capacitación y equidad del manejo de los derechos humanos de la ciudadanía.
V. Transversalidad de vectores sociales
El nexo con las funciones transversales de una sociedad con instituciones de educación, salud, cultura, deporte, asistencia social, organizaciones de la sociedad civil, entre otras, es fundamental para garantizar armonía y retroalimentación pública.
VI. Construcción y urbanización
Durante décadas el manejo del uso de suelo de los ayuntamientos ha sido el foco fértil de corrupción e impunidad en la malversación pública en Hidalgo. Debe existir un manejo escrupuloso y ético en la en la dinámica de expansión urbana-social.
Estos son los puntos sobre las íes, las comas y los signos de interrogación aún subsisten en la administración municipal, llegó la hora de que la ciudadanía redacte a cabildo abierto sus exigencias y éstas se hagan realidad.
