El bulevar Bicentenario es una vía fundamental en la red de movilidad municipal de un Tulancingo que avanza hacia la modernidad. Sin embargo, para su consolidación, fue clave la gestión realizada por el fallecido presidente municipal Cesáreo Jorge Márquez Alvarado durante el periodo 2009-2012.
Especialmente destacable fue la socialización de la obra ante la ciudadanía, quien, a través de diversas reuniones y mesas de diálogo, tuvo la visión de que Tulancingo debía mirar hacia el futuro.
El esfuerzo de Márquez Alvarado también se complementó con la solicitud y obtención de recursos para la construcción de dicha vialidad. No menos importantes fueron las negociaciones y acuerdos con propietarios de carros de ferrocarril para liberar el derecho de vía, así como el cumplimiento de los requisitos con ejidatarios, delegados y vecinos para apoyar el proyecto.
Por ello, este viernes el Ayuntamiento de Tulancingo aprobó por mayoría que el nombre de esa infraestructura sea modificado para incluir el nombre del fallecido alcalde.
Al manifestar el sentido de su voto, los concejales reconocieron y celebraron la visión del exedil para transformar una superficie por la que antes pasaba el ferrocarril, que durante un tiempo se convirtió en un espacio inseguro y refugio de delincuentes, en una vía pública que ha incrementado las rutas de origen y destino, facilitando la movilidad e interconexión con otros municipios de la región y posibilitando otras formas de movilidad sustentable.
En la sesión de este 9 de agosto también se evocaron los cargos y encomiendas que tuvo el finado a lo largo de su vida. Fue en 2011, con la presencia del entonces gobernador de Hidalgo, Miguel Ángel Osorio Chong, que el tramo fue inaugurado en un acto atestiguado por al menos 12 mil personas.
