Una lección esencial dejó el pasado proceso electoral del 2 de junio: la crisis de los partidos de derecha.
No es un fenómeno reciente la crisis de representatividad política de los partidos en México. Empero, en Hidalgo, los pasados comicios alteraron la composición de las fuerzas partidistas y el mapa geopolítico creando el afianzamiento del partido hegemónico guinda y poniendo en vilo a la antigua partidocracia que había perpetuado su estirpe por décadas.
En este trazo analítico, los factores que mantienen en crisis a los partidos de derecha en Hidalgo, precisarán el escenario de maniobra del gobierno de Julio Menchaca y el control político del segundo piso de la 4T.
Los factores principales de la crisis de los partidos de derecha en Hidalgo se agrupan en:
I. Anquilosamiento político y antidemocracia partidista
La oferta política de los partidos de derecha en Hidalgo, no es atractiva a la ciudadanía. Evoca en todo momento, las problemáticas sociales no resueltas en Hidalgo donde la pobreza, desigualdad y asimetría de oportunidades creó un escenario histórico de depresión ciudadana que percibió el añejamiento de estos partidos que no encarnan las necesidades sociales y sus soluciones. En este sentido, la imagen antidemocrática de los partidos de derecha se ha posicionado como involución del porvenir ciudadano en Hidalgo.
II. Desconfianza ciudadana y sistema de privilegios partidistas
La ciudadanía percibe que los partidos de derecha no son estructuras de confianza social. La percepción ciudadana es que ahondaron los estragos de la pobreza y marginación y, manejaron al gobierno de manera estamental (sociedad de privilegios), donde su clase política se enriqueció y mantuvo un doble discurso de honradez mientras el erario público era defraudado (la Estafa Siniestra caló hondo en la ciudadanía), condición que creó rechazo social.
III. La casta odiosa y su patrimonio hereditario
El tejido social en Hidalgo ha percibido en la casta política del antiguo régimen -y también en personeros del gobierno guinda-, una estirpe que se beneficia del poder y que hereda esos beneficios a través de un anclaje de encargos públicos y el fraude, no sólo en la malversación pública, sino también en el reparto de escaños públicos que hicieron de la simulación plurinominal el espectro más odioso del que se tenga nociones del repudio social.
IV. La pérdida de raigambre política y el abandono social
Un efecto consustancial a la crisis de representación de los partidos de la derecha en Hidalgo es, sin duda, la pérdida de su raigambre política, la cual se erosionó extraviando la firmeza de conducción política de la ciudadanía, al tiempo que el tejido social percibió abandono de los partidos políticos del antiguo régimen, cuya presencia se diluyó estrepitosamente.
V. El sistema de partidos y la derecha como sinónimo antisocial
El anquilosamiento de los partidos de la derecha -que han sido adjetivados como del “antiguo régimen”, atendiendo a la vieja política y a contracorriente como detentadores de involución político-social, opuesta a la modernidad y evolución política, inclusive, antigeneracional-, se convirtieron en sinónimo de inconcreción de la tarea pública, deterioro de la vida social e inmovilidad ciudadana, lo que cercena las oportunidades y el porvenir de la nación.
Estos factores de la crisis política de los partidos de la derecha en Hidalgo presentan el efecto de “porosidad sustantiva” que despliegan a nivel nacional. Esta condición que, de acuerdo a las particularidades y cuestiones específicas en cada estado, persisten en el imaginario colectivo; situación que, bajo su esquema de conducción social e interlocución política vigente, vuelve irreversible su crisis política.
Por: Carlos Barra Moulain
Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.
