Morena cerró a nivel nacional una campaña electoral precedida por el capital político de López Obrador y por los programas sociales que han impactado las proyecciones de la transformación de lo que inició AMLO como 4T.
Nunca en la historia de la política y de la clase política en Hidalgo, un partido acaparó la atención del presidente de la República como sucedió con la estrecha relación que ha mantenido Andrés Manuel López Obrador con Julio Menchaca Salazar y, la perpetuación de este vínculo político con Claudia Sheinbaum.
En todo este escenario político, Morena ha mantenido un metarrelato: esperanza social.
En este sentido, el rol del proyecto de López Obrador penetró y derrumbó las añejas estructuras políticas en Hidalgo y creó una base de sustentación social que mantiene suspicacias sobradas sobre los alcances del partido guinda en el mapa político de la entidad, una vez concluida la elección del 2 de junio.
Empero, Morena Hidalgo en el cierre de campañas ha vivido una efervescencia sin precedentes, escenario en el que es preciso observar que el clima político fue cambiando diametralmente en la medida que avanzaba el proceso electoral, por lo que la correlación de fuerzas sociales es ya un indicador electoral per se que no se puede descuidar para festejar con bombos y platillos.
Observar con agudeza y crítica política es necesario para entender las horas aciagas de los partidos del antiguo régimen. Partidos que han entrado en una crisis y negación abierta de la derrota que se avecina, de acuerdo a la lógica social y a la parametría previa. No obstante, esta “negación política frente a la derrota posible”, no es creíble, es, en todo caso, la estrategia del avestruz que esconde la cabeza asumiendo que la realidad circundante no la alcanzará.
En el tintero quedan para el antiguo régimen los festejos anticipados en Hidalgo, que con bombos y platillos en plaza Juárez ya embargan a militantes y simpatizantes de Morena que han asumido las lapidarias palabras de Claudia Sheinbaum “nos aproximamos al trámite del 2 de junio”, vaticinando un triunfo electoral que, a juicio de la candidata a presidenta de la República, es “contundente y claro”.
En este clima de efervescencia política, Hidalgo experimenta horas profundas de expectación. En el imaginario colectivo la noche del domingo 2 de junio se proyecta con fuerza y, se aprestan ya los primeros pronunciamientos ciudadanos sobre los resultados de la elección.
Atrás quedan más de dos meses de intensas campañas, donde el porvenir del pueblo parece quedar a la abstracción y concreción del voto en las urnas este 2 de junio, donde Morena se apresta con bombos y platillos a saborear los resultados de la nominación de Claudia Sheinbaum como primera mujer en la Presidencia de México, la cual inició con el enclaustramiento político de Marcelo Ebrard y las veladoras de la oposición.
Por: Carlos Barra Moulain
Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.