Basado en un guion propio, el filme narra la historia de Amanda (Stephanie Salas), una actriz de poco éxito que trata de mantener su carrera con infomerciales y llamados a películas con directores neuróticos y nefastos representantes sindicales (Leonardo Alonso).
Como es una madre soltera su situación económica es bastante precaria, pues tiene que mantener a su pequeño hijo Nicolás (Arturo de la Rosa), quien a los siete años ya se va solo a la escuela, y se hace de comer.
Están a punto de ser desalojados de un edificio de rentas congeladas. y sobreviven gracias a los préstamos de un vecino y al tendero buena onda Bull (Alberto Santiago).
Sin embargo, gracias a la veterana actriz Natalia Miranda (Marta Aura, en uno de sus últimos papeles), Amanda recobra el amor por la actuación y descubre el teatro.
Hay cosas rescatables en esta ópera prima del director de Más Mañana Que Otra Vez, que podría llamarse El calvario de una actriz madura, con Salas y Marta Aura dando clases de actuación en un desigual reparto, sobre todo la primera, digna integrante de una dinastía de grandes actrices como Silvia Pinal y Silvia Pasquel.
Días francos resulta pues un interesante debut que merecería mayor difusión.

Por: Jorge Carrasco V.
Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Periodista activo desde 1981 en diversos medios. Especialista en temas internacionales, deportes y espectáculos. Autor de biografías sobre Pedro Infante y Joaquín Pardavé de Editorial Tomo.