México se encuentra ante una de las mayores crisis hídricas a nivel internacional, pues ocupa el lugar número 26 en la lista de países con estrés hídrico alarmante, lo cual significa que en la actualidad consumimos más agua de la que disponemos.
Esta situación se debe a diversos factores y la culpa es de todos, ya que una de las principales causas es el calentamiento global; sin embargo, existen diversas acciones para disminuirlo paulatinamente. No será una solución inmediata, pero el cambio es posible.
Se puede comenzar por el sector agrícola, que actualmente presenta un rezago tecnológico que en nada ayuda al tema; por ejemplo, es necesaria la inversión en nuevas técnicas de riego que permitan el uso eficiente del agua y eviten su desperdicio, ya que una de las más utilizadas es la de inundación, aplicada en michas zonas del país debido a la falta de apoyo gubernamental.
De igual manera, debido a que muchas presas del país se han visto afectadas por la falta de lluvias, ahora el suministro es insuficiente y así lo vemos en los datos que ofrece la Comisión Nacional del Agua (Conagua), que indican que 5 presas están vacías, mientras que 23 están a menos del 10% de su capacidad.
Esta alarmante realidad ya afecta seriamente a la Ciudad de México, donde el abasto cada vez es menor; en algunas alcaldías de la periferia el suministro solamente se realiza un día, mientras que en las zonas con mayor poder adquisitivo se ha limitado poco su uso.
El problema en el abasto se magnifica porque el sistema de tuberías de la capital del país es viejo y hace que se desperdicien grandes cantidades de agua por las fugas que existen, situación que ninguna administración ha tratado de solucionar. Desafortunadamente, el desabasto ya ha comenzado a afectar a otras localidades, como Zumpango, cuya presa ha sido vaciada gracias a que el agua fue dirigida a la Ciudad de México.
Sería importante que existiera una campaña permanente de concientización sobre el cuidado del agua, pues mucha gente aún tiene malos hábitos de consumo, los cuales también inciden en el desabasto.
De igual manera, es vital que el gobierno tome medidas de manera inmediata y que la escasez del agua sea asumida como uno de los principales problemas a atender; no podemos continuar en la inacción, pues de hacerlo, millones de personas se verán afectadas. Quien triunfe en la elección presidencial del próximo 2 de junio deberá enfocarse en este tema desde el día uno, pues no habrá un México que mejorar si tenemos un México sin agua.
Por: Carlos Nander
Estudiante de la disciplina de las Relaciones Internacionales en búsqueda de los posibles efectos que pueden generar dentro de nuestro país. Amante del conocimiento, la historia y el cine.
