Hacinamiento, sobrepoblación y déficit de custodios, realidad en cárceles de Hidalgo

En el documento elaborado por la Comisión de Derechos Humanos de Hidalgo se menciona que su personal realizó visitas a los 12 Centros de Reinserción Social.

Sobrepoblación, hacinamiento, déficit de custodios, así como falta de programas y servicios para poblaciones específicas como mujeres, niños, indígenas, son algunas de las fallas del sistema penitenciario de Hidalgo, reveló el Informe de seguimiento de la Recomendación General 001: «Derechos de las Personas en Centros de Reinserción Social».

En el documento, elaborado por la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Hidalgo (CDHEH), se menciona que su personal realizó visitas a los 12 Centros de Reinserción Social (Ceresos), incluyendo la revisión de registros, procedimientos y documentación relevante que avale la implementación de la recomendación y las normativas existentes.

De acuerdo con los hallazgos, en diez cárceles de la entidad existe sobrepoblación y hacinamiento. El caso más complejo es el de Tulancingo, cuyo Cereso tiene capacidad para 373 personas privadas de su libertad (PPL), pero actualmente alberga a 572, es decir, 199 personas por encima de la capacidad.

El hacinamiento deriva en violaciones a los derechos humanos y a la dignidad, ya que algunos internos duermen en el suelo, según revela este informe que se puede consultar en la página de la CDHEH: https://cdhhgo.org/diag/.

Otros Ceresos con sobrepoblación son Ixmiquilpan y Jacala de Ledezma; ambos rebasan en 167 por ciento su capacidad. El primero puede albergar a 83 personas, pero actualmente tiene 222; y el segundo mantiene a 102 personas en un espacio para 47.

En el caso de Ixmiquilpan, se instó a tomar medidas inmediatas para esta problemática, como la reubicación de internos, revisión de políticas de sentencia y promoción de alternativas no carcelarias, especialmente para delitos no violentos.

En tanto, en el caso de la prisión de la Huasteca se recomendaron acciones urgentes como la ampliación de la infraestructura o la implementación de políticas que reduzcan la población carcelaria.

Las únicas cárceles que no presentaron sobrepoblación fueron las de Molango de Escamilla, Tenango de Doria, así como el Centro de Internamiento para Adolescentes (CIPA) y el Cereso Femenil de Pachuca.

Otro de los puntos en que la CDHEH hizo énfasis fue en la falta de custodios en algunos penales como el de Tulancingo, detallando que la seguridad y resguardo de los internos se ve comprometida, ya que sólo cuenta con 24 guardias para casi 600 personas.

«Esta insuficiencia de personal no sólo eleva el riesgo de violencia, sino que también puede llevar a una vigilancia disminuida y posibles violaciones de derechos humanos debido a la sobrecarga de trabajo”, menciona el documento.