El presupuesto de egresos para 2024 ha dejado de ser la prebenda inmediata de poderes y organismos autónomos, pues el recorte de 13 mil 262 millones de pesos afectará principalmente al INE y al Poder Judicial, lo cual sin duda marca el inicio de una nueva batalla para el gobierno de López Obrador.
¿Hasta dónde el presupuesto de egresos es electorero y hasta donde es operativo? La respuesta no es lineal, aunque se sabe que durante décadas los poderes y organismos autónomos fueron enclaves de poder que no tuvieron el peso de rostro ciudadano para justificar sus gastos e incurrieron en abusos en nombre de esa ciudadanía que dijeron representar, lo mismo desde los salarios de los consejeros del INE que de los fideicomisos del Poder Judicial.
La restructuración operativa del Estado es lo que subyace en todo este escenario, y son los cotos de poder y la parcelación de las directrices en la planeación gubernamental en contrapesos insulares los que se encuentran en vilo frente a un Poder Ejecutivo cuestionador que no actúa como comparsa y ha esgrimido una estrategia de panóptico social frente a las tareas del Estado.
El presupuesto de egresos de 2024 es la primera batalla del próximo año que gana López Obrador, porque ha reducido a su mínima expresión la operación parcelaria de los poderes y organismos autónomos que se convirtieron en depredadores de la ciudadanía.
Frente al recorte presupuestal que no le favorece, la oposición ha pasado de los gritos a enmudecer de rabia, lo cual ya tiene en vilo a la alianza PRI-PAN-PRD, que desesperadamente ya muestra signos de fractura que se han contenido “por el bien mayor”, que no es otra cosa que la salvaguarda de los grupos de élites económicas y políticas que se encuentran viviendo un gobierno que no les ha permitido estrangular por el estómago a la sociedad, mientras el poder político como poder de control social toma nuevas racionalidades.
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Por: Carlos Barra Moulain
Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.
