Realizada en el 2021 sobre un guion del propio realizador y Pablo Arellano narra la historia de Olivorio Mateo Ledesma (Vicente Santos), un campesino que desaparece durante un huracán que azotó la región.
Su familia no deja de buscarlo y lo encuentra transformado en una especie de mesías.
La creencia popular es que ha resucitado para curar a su pueblo y realizar milagros entre los más pobres.
Pero su presencia inquieta a las autoridades norteamericanas que envían al capitán Williams (Jeffrey Holsman) a desarmarlos y reprimirlos.
Se trata del primer largometraje del director, que anteriormente había dirigido el corto La ventana de la nena y que mayormente se había dedicado a la edición.
Aquí consigue una cinta que nos hizo recordar a Auandar Anapu de Rafael Corkidi con su místico contenido, y que tiene puntos de contacto con La tierra prometida de Miguel Littin.
Liborio resultó pues una agradable sorpresa de una cinematografía poco conocida en México.
Por: Jorge Carrasco V.
Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Periodista activo desde 1981 en diversos medios. Especialista en temas internacionales, deportes y espectáculos. Autor de biografías sobre Pedro Infante y Joaquín Pardavé de Editorial Tomo.