Los Toros terminaron en tercer lugar con 50 ganados y 40 perdidos.
En su afán de tener el mejor equipo, los astados se deshicieron pronto de Junior Lake, pero José Rondón no llenó sus zapatos e hicieron otros movimientos poco afortunados.
Los primeros síntomas de descontento ocurrieron previos al Juego de Estrellas, cuando Félix Pérez se negó a ir argumentando una lesión, pero más que nada por la negativa de la directiva de pagar boletos de avión para su familia. Finalmente permaneció en el equipo aportando 20 homerunes y 59 producidas con un porcentaje de .271.
Aderlín Rodríguez fue una gran contratación al terminar como sublíder homerunero con 25 cuadrangulares y 77 producidas. Jack Mayfield contribuyó con .305, 11 y 58, al igual que Isaac Rodríguez .308 y 25 empujadas. En cambio, dejaron ir a J.C. Escarra que repartió batazos para los Algodoneros.
Al final decidieron traer a Niko Vázquez para tratar de apuntalar la ofensiva.
En el pitcheo consiguieron al mejor cerrador del año pasado Neftalí Feliz que consiguió 13 rescates y 2.53 en carreras limpias y a los relevistas Luiz Márquez y Pedro Strop, pero sus abridores no estuvieron tan efectivos encabezados por Nick Struck 5 ganados 2 perdidos y 3.71 en carreras limpias, Manny Barreda 6 y 5 con 5.28, Faustino Carrera 6-3 y 4.19 y el veterano Carlos Hernández 6-4 y 3.56.
Al final llamaron a Seth Blair y Jorge Pérez, pero no les alcanzó y tras derrotar a Saltillo fueron eliminados por el Unión Laguna. Justo castigo a una política errónea que les hizo reforzar a equipos rivales con jugadores a los que no les tuvieron paciencia.
Por: Jorge Carrasco V.
Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Periodista activo desde 1981 en diversos medios. Especialista en temas internacionales, deportes y espectáculos. Autor de biografías sobre Pedro Infante y Joaquín Pardavé de Editorial Tomo.