“Principalmente nos tenemos que cuidar los unos a los otros y tener el valor de denunciar y si no, la verdad, agarrar el machete; darles en la madre a los delincuentes porque no hay de otra”, fueron las palabras que pronunció la diputada morenista Sharon Macotela Cisneros durante su segundo informe legislativo.
Señaló lo anterior luego de que fuera cuestionada sobre la necesidad de vigilar las leyes que emergen del Congreso de Hidalgo, específicamente sobre una iniciativa de protección a las niñas y niños, y respondió instigando a la población a hacer justicia por propia mano, ante la omisión de las autoridades de quienes, aseguró, “incluso descuelgan los teléfonos por las noches, a fin de hacer caso omiso a las denuncias”.
“Si no llega la autoridad y todo, ¿vas a permitir que maten a un niño?, pues hacer justicia, y si son buenos para hacerse de la vista gorda pues también que sean buenos para hacerse de la vista gorda porque se impartió justicia”, aseveró.
Macotela Cisneros expresó que aspira a continuar en un cargo público y a pregunta expresa si desea llegar al Senado respondió afirmativamente; no obstante, dijo: “Lo que Dios me dé y el pueblo es Dios, esperemos las bendiciones de Dios”.
Afirmó que actualmente en el Congreso de Hidalgo hay en la “congeladora” mil 300 iniciativas producto de un rezago de pasadas legislaturas, aunque indicó que existen muchas en espera de ser dictaminadas por parte de la Comisión de Legislación y Puntos Constitucionales.
Respecto al veto que recibió por parte de sus compañeros de bancada, tras denunciar que el coordinador Jorge Hernández Araus les repartía “moches” a fin de que aprobaran diversos asuntos para su beneficio personal, la legisladora dijo que en estos dos años se ha encontrado con complots, mucha mentira e hipocresía, pero indicó hay que sobrellevarlo para seguir adelante por el pueblo.
Reconoció que si bien no tiene experiencia como legisladora tampoco tiene experiencia para hacer un daño a sus representados y reiteró que aspira a ocupar nuevamente un cargo público porque eso es lo que merecen los próximos escaños o curules: “gente nueva, sin mañas, sin haberse vendido”.
