Julius Robert Oppenheimer (1904-1967) está considerado el Padre de la Bomba Atómica por haber encabezado el Proyecto Manhattan en Nuevo México.
La vida de este físico ya había sido mencionada en El arma secreta, un filme de Roland Joffe el creador de Los gritos del silencio en 1989.
El talentoso director británico Cristopher Nolan ha emprendido una magna bio-epic reivindicativa, que curiosamente se ha convertido en rival de taquilla de Barbie, con funciones agotadas en la Cineteca Nacional y en las salas comerciales.
Curiosamente el guion del director, Kai Bird y Martin Sherwin recuerda por su estructura el Amadeus la obra maestra de Milos Forman, con un antagonista como Salieri.
Oppenheimer (Cillan Murphy) es un científico patriota que es utilizado por el general Leslie Groves (Matt Damon) y por el ambicioso político Lewis Strauss (Robert Downey Junior) antes de ser desechado por una comisión mcarthista en 1954, y ser reivindicado por el presidente John F. Kennedy nueve años después.
Sus creencias políticas y su tormentosa vida amorosa con su amante Jean Tatlock (Florence Pugh, una de las Mujercitas) y su esposa Kitty (Emily Blunt, contribuyen a su ocaso.
El director de Tenet y Dunkerke tiene un reparto multiestelar que se conforma con simples cameos Einstein (Tom Conti), Niels Bohr (Kenneth Branagh), y los oscareados Gary Oldman (Truman), Rami Malek (David Hill) y Casey Affleck (Boris Pash).
Oppenheimer resulta pues avasallador filme acerca del Destructor de Mundos, que hace que pasen casi sin sentir sus 183 minutos.
Por: Jorge Carrasco V.
Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Periodista activo desde 1981 en diversos medios. Especialista en temas internacionales, deportes y espectáculos. Autor de biografías sobre Pedro Infante y Joaquín Pardavé de Editorial Tomo.
