Luego de varias anodinas temporadas, los Olmecas de Tabasco volvieron a ser contendientes el año pasado al terminar en segundo lugar con 47 ganados por 37 perdidos, aunque fueron eliminados sorpresivamente por los Tigres.
Para este año el equipo comandado por Pedro Meré ha procurado mejorar y contrató a Jason Atondo y a Jesse Castillo. Todo pareció marchar al terminar en primer lugar sureño la primera vuelta.
Pero tras la ausencia de sus seleccionados para los Centroamericanos, el equipo ha venido a menos y perdió sus dos series contra los Diablos y el liderato sureño.
Los tabasqueños poseen uno de los mejores staff de pitcheo con Luis Escobar, Braulio Torres Pérez, Yoannis Vera, Juan Pablo Oramas, y el recién llegado Jeff Kinley, y para las entradas finales tienen a dos de los mejores de la especialidad, el preparador Derrick Loop, y el líder en salvamentos con 20, Fernando Salas.
El problema parece ser la ofensiva. Castillo está apenas arriba de la cifra mágica con 9 cuadrangulares y 40 producidas, apoyado por Leo Heras y Roel Santos.
En su último movimiento mandaron al cumplidor Ramón Hernández a Monclova y trajeron a Carlos Franco.
Con ese staff de pitcheo, los Olmecas resultan casi invencibles en Villahermosa, pero bajan su rendimiento de visita.
El reto será mantener la consistencia durante los playoffs y tratar de repetir el campeonato obtenido en el ya lejano 1993.
Por: Jorge Carrasco V.
Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Periodista activo desde 1981 en diversos medios. Especialista en temas internacionales, deportes y espectáculos. Autor de biografías sobre Pedro Infante y Joaquín Pardavé de Editorial Tomo.