No podía pasar por alto la fecha en que se debería conmemorar nuestro día, el de la jueza y el juez. Justo en este momento reviso el memorándum emitido por la Asociación Nacional de Magistrados de Circuito y Jueces de Distrito del Poder Judicial de la Federación, en cuyo punto 8 se lee:
“Las y los juzgadores federales rechazamos todo acto de manifestación tendiente a vulnerar los principios de independencia y autonomía del Poder Judicial de la Federación, pues no ha sido ni será la descalificación, presión o amenaza lo que defina el sentido de nuestras resoluciones, sino los principios que rigen la vida de las personas dedicadas a la judicatura: excelencia, objetividad, imparcialidad, profesionalismo, independencia, paridad y perspectiva de género”.
El comunicado toca un excelso punto, sin embargo, únicamente es vinculante a los jueces del Poder Judicial Federal; es obvio que nuestra honorable presidenta del Tribunal Superior de Justicia jamás emitiría una postura así, incluso siendo las 11 horas del día en que se conmemora a la jueza y juez mexicano, ni en sus cuentas personales ni en la del Poder Judicial pareciera que alguien recordara esta fecha.
Pero el olvido va más allá de una fecha, se trata del nulo reconocimiento a nuestro trabajo, lo cual provoca que muchos de mis compañeros muestren desinterés por seguir actualizándose, para qué, si de cualquier manera sus conocimientos no serán los que se plasmen en los fallos que dicten.
Sin que lo anterior se reduzca a mis apreciaciones, en mi pasada colaboración les conté cómo fue que a mi compañera jueza le dieron el guion de lo que tenía que resolver sobre la medida cautelar de prisión preventiva justificada que debía imponer al exdirector de Radio y Televisión de Hidalgo… y ¿qué creen?: deberá ser revocada.
El Poder Judicial Federal, a través de una de las juzgadoras más objetivas y preparadas del estado, de forma fundada y con una motivación digna de cualquier ministra de la Suprema Corte de Justicia, resolvió en el amparo que promovió Cristian Guerrero contra la imposición de medida cautelar:
“La jueza responsable debió analizar de manera fundada cómo, a pesar de que el imputado actualmente no ejerce una superioridad jerárquica real con los empleados de esa dependencia, de recuperar su libertad, se estima probable que destruirá, modificará, ocultará o falsificará elementos de prueba; influirá para que coimputados, testigos o peritos informen falsamente o se comporten de manera reticente, o inducirá a otros a realizar tales comportamientos; o intimidará, amenazará u obstaculizará la labor de los servidores públicos que participan en la investigación”.
En otro párrafo de la resolución destaca:
“Es por lo que, en todo momento, la jueza de control debe guiarse por el principio de proporcionalidad, que está compuesto por tres subprincipios: el de idoneidad, de necesidad y de ponderación o proporcionalidad en sentido estricto”.
Dichos principios que ahí se destacan fueron inobservados, pero no sólo por ella, diario los pasamos por alto al emitir nuestras resoluciones porque nuestra permanencia como juzgadoras y juzgadores está condicionada a la sumisión ante del Ejecutivo y el encargado del Despacho.
Algunas amigas juzgadoras me cuestionaban que, en mi apreciación, si bien mencionaba que la indicación era imponer medidas cautelares de prisión preventiva justificada a todos aquellos que hubiesen estado en la administración anterior, y no coincidían, a ellas además les habían extendido la misma indicación respecto de todos aquellos que estuvieran relacionados con la UAEH y el grupo político asociado a ésta.
Y su comentario resultó acertado, pues justo el miércoles de la semana pasada se nos conminó a que, ante el eventual informe por parte del rector de la máxima casa de estudios, debíamos girar cualquier orden de aprehensión que nos fuera solicitada, donde estuviera vinculado algún directivo de la UAEH o persona afín, para que se ejecutara al mismo tiempo que se rendía el informe y así desviar la atención de los logros académicos a la posible comisión de un delito.
Usted que me lee, pudo advertir que lo anterior se materializó, ya que justo cuando el gobernador y la presidenta de nuestro Tribunal veían a través de la pantalla instalada en el aula del Ceuni los logros alcanzados por la máxima casa de estudios -entre ellos su presencia a través de sus campus, radiodifusoras, canal de televisión en todo el estado, lo que los coloca como el grupo educativo y político con mayor difusión en Hidalgo–, justo en ese momento el invitado ausente, Santiago Nieto, publicaba un tuit donde se congratulaba en informar la detención de A.M.E., recalcando que se trataba del exdirector del Instituto de Ciencias de la Salud de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, indicación que, como parte del grupo élite de juezas, ya habíamos recibido por parte de nuestra presidenta.
Resulta por demás irónico que el propio Santiago Nieto se queje de que las decisiones del Poder Judicial Federal tengan sesgo político, cuando él a diestra y siniestra manipula lo que nostras tenemos que resolver.
Así que, sin duda, como juezas y jueces del Poder Judicial del Estado de Hidalgo, justo en el primer año de la administración de la Cuarta Transformación, seguiremos teniendo un día gris, como los que padecieron nuestros compañeros juzgadores por décadas.
Dudo mucho que, si con un gobernador que fue presidente del Tribunal Superior de Justicia no logramos la autonomía judicial añorada, podamos lograrla con alguien que desconozca lo que debería de ser nuestra labor jurisdiccional.
“Que todo el que se queje con justicia tenga un tribunal que lo escuche, lo ampare y lo defienda contra el fuerte y el arbitrario”
Morelos
Por: La Jueza Enmascarada
“Me encanta la franqueza de una mujer enmascarada".
