Luego de una larga ausencia en las Muestras Internacionales de Cine, de las que fue uno de los pioneros, regresa el director ruso Andrei Konchalovski para la edición LXXI, con ¡Queridos camaradas!, uno de los platos fuertes del certamen.
El guion del realizador de Siberiada y Elena Kiseleva narra una historia soviética poco conocida: la represión gubernamental ocurrida en la fábrica de Novovjerkassk en 1962, por el desabasto de comestibles.
Lyudmila Danilova Semina (una espléndida Yuliya Vysotskaya) es una viuda de guerra y ferviente funcionaria comunista que vive con su padre (Sergei Erlish) y su rebelde hija adolescente, Svetka (Yuliya Burova). La hija desaparece durante las protestas, reprimidas sangrientamente por las autoridades, y la angustiada Lyuda la busca infructuosamente en los hospitales y la morgue.
La espléndida fotografía en blanco y negro de Andrei Naydenov recrea perfectamente la época de Nikita Krushov, en la que el comunismo aún parecía posible.
El octogenario director de El tren del escape parece hacer un ajuste de cuentas con un sistema que lo obligó al exilio hollywoodense, en donde realizó cintas como Tango y Cash.
Dorogie Tovarishchi ganó en el Festival de Chicago y muestra a occidente que la brutalidad rusa no es algo reciente.
Por: Jorge Carrasco V.
Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Periodista activo desde 1981 en diversos medios. Especialista en temas internacionales, deportes y espectáculos. Autor de biografías sobre Pedro Infante y Joaquín Pardavé de Editorial Tomo.