Se acaba de estrenar en la Cineteca Nacional y en el circuito comercial la más reciente cinta de Woody Allen, Rifkin’s festival: un romance equivocado en el lugar adecuado. Esta quincuagésima sexta cinta es un compendio de los gustos y obsesiones del realizador, pero más adecuado a su edad –ya tiene 86 años–.
El antiguo profesor de cine Mort Rifkin (Wallace Shawn, otra vez vigente gracias a la serie televisiva El joven Sheldon), acompaña a su esposa Sue (Gina Gershon) al Festival de San Sebastián, donde es la publicista del exitoso director Philippe (Louis Garrell), con quien tiene una aventura. El celoso Mort, a su vez, se enamora de la doctora Jo Rojas (Elena Anaya), casada con el alcohólico pintor Paco (Sergi López).
El realizador da rienda suelta a su cinefilia cuestionando a los jóvenes, a los que califica gratuitamente como genios, y haciendo deliciosos homenajes a los clásicos.
Los guiños de ojo recrean obras maestras como El ciudadano Kane; El silencio –incluso hablado en sueco–; El ángel exterminador, y El séptimo sello, donde reflexiona acerca de la muerte con un divertido Christoph Waltz.
Algunos críticos cuestionan la repetición de los temas, pero lo cierto es que Allen se mantiene fiel a sus raíces y comparte su amor por el cine clásico a las nuevas generaciones. Nada es más cierto que cualquier cinta menor de Allen resulta muy superior a las de los supuestos genios actuales.
Rifkin’s festival es una deliciosa comedia que será mejor disfrutada por los cinéfilos de hueso colorado.
Por: Jorge Carrasco V.
Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Periodista activo desde 1981 en diversos medios. Especialista en temas internacionales, deportes y espectáculos. Autor de biografías sobre Pedro Infante y Joaquín Pardavé de Editorial Tomo.