Cuando el CEN DEL PRI decidió apropiarse de todo el proceso electoral, para evitar que dejaran fuera a su apuesta para la candidatura, cometieron un error muy grave: desechar al PRI HIDALGO, al gobernador con todo lo que representa y a un partido organizado y orgulloso, con capacidad real de lucha política y con ello a muchos priistas de la -llamémosle- nueva clase política.
Dieron la impresión de que les bastaba la fuerza que tenían como dirigentes nacionales, a la que se sumaba el incuestionable capital político de la secretaria general, más aliados de grupos determinados para ganar.
El trato que Moreno le dio al gobernador Fayad, que justamente reclamó el trato dado al PRI HIDALGO y a él mismo, fue una muestra de lo poco que les importaba y lo que el partido significaba para ellos.
Y como para mostrar que le bastaban sus propios esquemas mostraron fotografías con sus aliados, exdelegados federales, exfuncionarios y ex más ex.
Lo que se conoce como el viejo PRI, que obvio marcaba una línea con el otro PRI.
Pero con toda seguridad hubo una reconsideración, muy válida, para darse cuenta que no les alcanzaban las canicas para tener opciones en la batalla.
Y vino una operación rescate a través de fotografías con el gobernador, de Moreno y de la licenciada Viggiano, como para mostrar que no hay división ni enfrentamiento y que, al contrario, caminan por el mismo lado y juntos.
Y hace pocas horas una fotografía de la precandidata con Israel Félix, uno de los agraviados por el trato recibido, con el uso notorio de chaleco rojo y no azul.
Como que visualizaron que lo que habían despreciado y minimizado era lo principal, entre otras cosas, por el buen gobierno de Fayad y dieron marcha atrás a toda velocidad.
Se confirma lo que dijo el maestro a los fariseos “LA PIEDRA QUE DESECHARON LOS CONSTRUCTORES ES AHORA LA PIEDRA ANGULAR”.
Bien dicen que de los arrepentidos es el reino de los cielos.
Por: Adalberto Peralta Sánchez
Nací el 11 de mayo de 1946 en un pueblito que tiene una laguna con patos y un parque con bancas con el nombre grabado del donante. Una de esas bancas tiene el nombre de mi padre. Estudié Filosofía y ejerzo el periodismo desde hace varios años. Colaborar con mi hijo en EFFETÁ me llena de orgullo. Trataré de hacerlo bien.