Estos no aprenden y vuelven a su intención de ignorar la historia para repetirla en sus páginas más negras.
Si ya se vio que en la legislatura que se va, la 64, su terquedad por agandallarse por tres años la presidencia de la Junta de Gobierno lo único que provocó fueron desencuentros y un campo de batalla en la Cámara, donde se logró muy poco de beneficio para Hidalgo, vuelven a su intención del agandalle nuevamente.
Andrés Caballero, presidente del Consejo Estatal de Morena, es el que dijo que van por la presidencia de tres años porque, argumentó, son más y tienen la fuerza para hacerlo, además de predecir que con los 20 que serán -por los que se sumarán a Morena- tendrán mayoría calificada para otras decisiones.
Claro, si los tribunales no les quitan algunos diputados y se cumple aquello de que del plato a la boca…
Si ya se vivió un escenario de enfrentamiento en el Congreso en la legislatura anterior, parece que lo que procedía era el acuerdo y el diálogo para decisiones que hablen de políticos inteligentes, incluso llegando al acuerdo de que Morena tenga la presidencia los tres años si así deciden, pero no por el argumento rupestre de que como soy el más fuerte tengo la razón.
Esta forma de pensar da paso a cosas como la aprobación de la pelea de gallos como patrimonio cultural de Hidalgo con el argumento sesudo, inteligente, filosófico de que LOS GALLOS SE PELEAN PORQUE QUIEREN Y NO HAY VOLUNTAD ALGUNA QUE LOS HAGA PELEAR. (Aquí todos de pie para ovacionar y aplaudir esta capacidad de nuestros diputados porque con esa sabiduría que mostraron todo el tiempo, se lucen nuevamente con eso de “los gallos se pelean porque quieren”).
Por eso estamos como estamos y los que vienen se ve que son, no iguales, sino peores.