En la película “Los Tres Huastecos” Pedro Infante actúa tres personajes diferentes: el rebelde Lorenzo Andrade, el sacerdote Juan de Dios y el capitán Víctor Andrade, todos con singular maestría; hay una escena que viene, como dice el clásico, “como anillo al dedo” en este momento de pandemia, cuando Hidalgo ya tiene Semáforo Naranja, que se traduce como de alto riesgo pero permite la apertura de algunos negocios, aunque en lógica elemental no tendría sentido si esta decisión no viniera junto con la posibilidad de que los ciudadanos salgan a las calles, pues ¿para qué abrir negocios si todavía está vigente el “Quédate en Casa”?
Pero decíamos que hay una escena que viene como anillo al dedo y podría ser regla de oro en esta hora en que dejamos atrás el semáforo rojo y entramos al naranja: aquella en que el capitán Víctor Andrade junto con su escolta militar a caballo alcanzan a Blanca Estela Pavón, que va en su carreta donde vende baratijas y el ídolo de Guamúchil le canta “La Burrita”, que uno de sus versos dice: “Pobrecita mi burrita, ya no quiere caminar, DA UNOS PASOS PA ADELANTE, DA UNOS PASOS PARA ATRÁS” y luego la frase: “Arre, que llegando al caminito aquimichú, aquimichú”, que crea un concepto de toda la canción y que muchos interpretan como el “síndrome del aquimichú“, que no es otra cosa que dar pasos de supuesto avance, pero que en ocasiones por falta de previsión obliga a dar más pasos para atrás, dejando constancia de que si no hay bases, lo que se supone avance no es más que un paso al vacío.
En Hidalgo el gobernador Omar Fayad ha encabezado una política de gran responsabilidad donde la prevención juega un papel central, pues puso en marcha los Hospitales Covid antes de que llegara la pandemia, gestionó tecnología de primera y suficientes insumos y personal médico para hacer frente al virus.
A ello se deben sumar las medidas adoptadas para frenar los contagios, como la sana distancia, el “Quédate en Casa”, el “Hoy no Circula” y otras que aun a costa del precio político que tienen, el gobernador no cedió un paso en su aplicación, convencido de que era lo correcto para el bien de la población.
Por cierto, hubo politiquillos miserables que buscaron ganancia con grillas baratas que hasta promovieron la importación de personajes nefastos como Gerardo Fernández Noroña, que quiso abanderar causas que le dictaron para estorbar en programas como el “Hoy no Circula”, que un irresponsable diputado de Tula buscó dañar, también pensando que era una figura tan importante que su voz crearía huracanes, pero nadie lo peló.
Finalmente, la gente apostó por su seguridad y le hizo caso al gobernador. Por todo el esfuerzo de organización y planeación para hacerle frente al coronavirus por parte de un gobernador que apuesta todo a la prevención, con hospitales, personal adecuado, tecnología y medidas oportunas, dispuesto incluso a pagar el precio político ante los buitres-grillos, con el respaldo social y el buen trabajo de sus colaboradores como José Luis Romo, Efraín Benítez, Simón Vargas, Lamán Carranza, Daniel Rolando Jiménez, Jessica Blancas, Luis Enrique Cruz, entre otros, parece oportuno mantener la precaución que se ha tenido en toda la pandemia para no ser víctimas del síndrome aquimichú.
Fruto de todo este esfuerzo de gobierno y pueblo es que se mejoran los cuatro indicadores básicos que permiten cambiar el semáforo de rojo a naranja y que haya posibilidad de abrir hoteles, restaurantes, estéticas, parques, supermercados, estadios, cines e iglesias. Pero es una apertura muy limitada en la que no parecen cambiar mucho las medidas de contención.
Por lo mismo, hay que actuar con precaución, en el entendido de que no es un “abran las puertas y todos a la calle”, porque los resultados serían fatales. En todo caso, hay que tomar el semáforo naranja como un signo de que vamos bien, que lo hecho en Hidalgo es correcto, pero que todavía estamos en la tormenta, que la pandemia sigue presente y que no se ha ido, para no confundirse y cometer errores de apreciación, como si esto ya hubiera pasado.
No nos dejemos llevar por la irresponsabilidad para no ser víctimas del síndrome AQUIMICHÚ.
DÍA DEL PADRE… Hoy es el Día del Padre y a todos los que son les enviamos una felicitación en el entendido de que en esta pandemia no puede haber mejor regalo que ver a la familia sana. Con ello a lo mejor se puede concretar el papel del papá.
GUILLERMINA VÁZQUEZ BENÍTEZ, presidenta del IEEH, dijo que hay planteados escenarios para las elecciones de alcaldes, pero no hay nada definitivo y hay que seguir esperando. Esto viene a colación ante la inquietud de representantes de partidos políticos que esperan la señal de acuerdo al ritmo de la pandemia. No se notan muy convencidos de que el Congreso elija Concejos Municipales, pero si no hay elección pronto, se llegará a ese escenario.
SANTIAGO NIETO, titular de la Unidad de Inteligencia Financiera, dijo que la UAEH miente al anunciar que 46 cuentas fueron descongeladas, porque eso sucedió desde hace varias semanas y no hace algunas horas como quiso hacer creer, porque el gobierno del presidente está contra la corrupción, no contra los trabajadores. El funcionario detalló que lo que sigue congelado es lo relativo a los 151 millones de dólares que los universitarios no han podido comprobar, investigación en la que participa la DEA (Administración para el control de drogas). Vaya golpe que enreda más este caso y deja ver la lamentable intención de la casa de estudios de engañar a la gente, pues de una derrota quiere hacer victoria.
CIFRAS DE LA PANDEMIA
Hasta la noche del sábado 20 de junio:
EN HIDALGO: 533 fallecidos (11 más) y 3 mil 183 contagiados (56 más).
EN TODO EL PAÍS: 20 mil 781 fallecidos (387 más) y 175 mil 202 contagiados (4 mil 717 más).