Dentro de la concepción liberal de la economía se considera que la intervención del Estado distorsiona la formación de precios en los mercados y evita que los consumidores disfruten de productos o servicios (bienes) de mejor calidad y comprados a precios más bajos, gracias a la competencia entre los vendedores.
Después de las reformas iniciadas en 1982, después de la crisis de la deuda en México y el retiro paulatino del Estado de la economía, el gobierno vendió la mayoría de las empresas que poseía y liberalizó los mercados, proceso que llegó a su cúspide con la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte en 1993 y su entrada en vigor en 1994.
Sin embargo, algunos mercados como el de la energía y empresas como Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE y Luz y Fuerza del Centro (LFC) quedaron protegidas por el Estado hasta 2013, año en el cual el presidente Enrique Peña Nieto propuso una serie de reformas para desregular los mercados, entre ellos el de la energía, y liberalizó las inversiones en ellos.
Contradictoriamente a la filosofía neoliberal, pese a las reformas implementadas desde 1982 a la fecha, mercados como el de las divisas continúan sujetos a una flotación sucia del peso en los mercados cambiarios, gracias a las intervenciones constantes del Banco de México (BANXICO) que, cuando así lo decide, sale a vender divisas para defender la paridad del peso, fundamentalmente respecto al dólar.
Lo cierto es que lo inevitable ha llegado y desde 2017 se podrá fin al monopolio de Pemex en el mercado de las gasolinas. A partir de ese año, y siguiendo un proceso de cinco etapas, gradualmente se irán liberalizando los precios de las gasolinas y los mexicanos verán, además de PEMEX, a otras empresas vendiendo combustibles.
La Comisión Reguladora de Energía ha señalado que los primeros estados donde se liberarán los precios de la gasolina serán Sonora y Baja California, que podrán hacerlo a finales de marzo. En una segunda etapa, lo harán los estados de la frontera norte restantes: Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas y en el municipio de Gómez Palacio, Durango, quienes iniciarán el proceso el 15 de junio de 2017; mientras que en una tercera fase lo harán Baja California Sur, Durango y Sinaloa, el 30 de octubre.
La cuarta etapa, que iniciará el 30 de noviembre de 2017, será en la cual participen la mayoría de los estados: Aguascalientes, Ciudad de México, Colima, Chiapas, Estado de México, Guanajuato, Guerrero, Hidalgo, Jalisco, Michoacán, Morelos, Nayarit, Puebla, Querétaro, San Luis Potosí, Oaxaca, Tabasco, Tlaxcala, Veracruz y Zacatecas; para concluir con los estados de la península de Yucatán: Campeche, Yucatán y Quintana Roo, que verá liberalizados los precios y el mercado el 30 de diciembre de 2017.
Con la liberalización de los precios de las gasolinas y del acceso al mercado de las empresas, los consumidores podrán optar por comprar los combustibles donde consideren que el precio y la calidad es mejor, comparados con los que ofrecen otras empresas. Con ello, se pondrá fin a los litros incompletos de gasolina y al mal servicio que proporcionan muchas gasolineras de PEMEX hoy, en las cuales incluso se cobra por usar los servicios sanitarios.
Quizá deberíamos alegrarnos por este hecho, pero detrás de todo ello está el tráfico de influencias y la corrupción, pues poco a poco veremos el proceso de desmantelamiento de Pemex, su privatización paulatina, y la venta de sus partes al mejor postor. Pero además, los hogares verán de inmediato las consecuencias de la liberalización de los precios de las gasolinas en sus ingresos, los que se reducirán paulatinamente en la medida que se incremente los precios de los combustibles y aumente la inflación, pues las gasolinas están en la base de la formación de los costos de producción de la inmensa mayoría de los productos y servicios que se ofrecen en los mercados.
Se ha informado que antes del inicio de la liberalización del mercado, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) definirá el precio máximo de los carburantes en cada Estado, de acuerdo a las regiones establecidas, los costos de adquisición y transportación, así como de almacenamiento, los cuales serán dados a conocer antes que concluya este año. Ya veremos cuáles serán los millonarios que surgen de este nuevo proceso en México.
Por: José Luis Ortiz Santillán
Economista, amante de la música, la poesía y los animales. Realizó estudios de economía en la Universidad Católica de Lovaina, la Universidad Libre de Bruselas y la Universidad de Oriente de Santiago de Cuba. Se ha especializado en temas de planificación, economía internacional e integración. Desde sus estudios de licenciatura ha estado ligado a la docencia como alumno ayudante, catedrático e investigador. Participó en la revolución popular sandinista en Nicaragua, donde trabajó en el ministerio de comunicaciones y de planificación. A su regreso a México en 1995, fue asesor del Secretario de Finanzas del gobernador de Hidalgo, Jesús Murillo Karam, y en 1998, fundador del Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.